5-05-2009
Ya me terminé tu obra. Lo primero de todo, felicitarte, ofcors.
En efecto, has parido una recopilación cojonuda. Me encanta el lenguaje que empleas, como ya te dije, y no sabes cuánto se agradece ver que, en los tiempos que corren, todavía haya gente que respete la ortografía de este modo.
La temática de tus cuentos es fascinante, por ser sencilla, sin pretensiones argumentales retorcidas (algo en lo que es muy fácil caer), pero con finales demoledores, a pesar de todo, y conseguir ese efecto (sencillez- demoledor) es alabable, endelué. Llevas muy bien la ternura sin caer en la cursilería, cosa que siempre he admirado de quien lo consigue, y sin embargo destila un humor, a veces negro, que refuerza, más que apaga, esa ternura. Como comentario negativo (que no lo es, pero algo tendré que sacar, jejejee), es que, en ocasiones, los cuentos se hacen demasiado breves. Se echa de menos un poco a veces indagar en las circunstancias más a fondo; pero sólo te lo digo por decir algo. Por algo son cuentos breves.
Ha sido un gratísimo encuentro. Espero que andes trabajando ya en un segundo volumen; atesoraré este ejemplar para leerlo de vez en cuando, mientras esperamos EL MIRADOR II con impaciencia. ¡Un abrazo, y enhorabuena, de verdad!
(Álvaro de la Riva, escritor)
4-06-2009
Leí tu libro en las esperas en el aeropuerto y durante el viaje (de no ser así, también hubiera tenido que esperar su turno: que yo terminase con Juntacadáveres y Llámame Brooklyn). No sé cómo se arreglan algunos para leer todo lo que aseguran leer, a mí se me acaba el tiempo enseguida.
Sí que el libro debería tener índice (como el mío). Fíjate, ahora no puedo recurrir, sin levantarme (y sabes que me cuesta trabajo moverme), a títulos concretos, para no incurrir en posibles errores. Yo votaría por el que tiene este final (o algo así): cuando su perro deje de cagar en mi puerta, yo dejaré de cagarme en su Dios (seguro que hubiera ganado algún premio en algún concurso, si queda alguno limpio, que esa es otra). Hay más muy buenos en mi opinión: el del chico difícil, por ejemplo. Y no los hubiera leído todos si no me hubieran interesado todos. Como crítica: eres poco impío desde mi perspectiva límite y morbosa. Si hay que decir culo, se dice culo, no trasero (insisto: discípulo de Cela, aunque no digno, me temo). Así que ya ves: ya ha servido tu libro para algo; te debo más de dos horas de entretenimiento; gracias.
(José Ángel Ordiz, escritor)
14-06-2009
En cuanto a tu libro, lo disfruté como un enano. Fui leyéndolo en pequeñas dosis (tuve que contenerme para no devorarlo de un golpe y así saborearlo más). Creo que ya te dije que he notado un gran progreso desde los textos que pude leerte hace ya algunos años en los foros. Ahora tu narrativa es más madura que entonces, y has conseguido un tono humorístico que no puedo sino envidiar (sin despreciar el resto, el primer relato, "el aspirante", me parece una genialidad). Me encantaría escribir humor pero he comprendido a fuerza de intentarlo que es mucho más difícil de lo que parece.
(David Vila)
09-12-2009
El libro me gustó mucho, sobre todo porque eran relatos muy breves normalmente con un final inesperado que sorprenden gratamente al lector. Lo importante de un libro es que nunca se haga pesado y este desde luego que no se hace, cosa que puedes considerar un logro.
(Rodrigo del Lago, escritor)
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