jueves, 8 de abril de 2010

ESAS LUCECITAS

Hace muchos años que la única Procesión a la que asisto en Semana Santa es la del Silencio. No sé si la conoceréis, pero supongo que debe ser parecida en diferentes puntos de la geografía española. Un tambor la encabeza tocando a muerto. Le siguen encapuchados de riguroso negro o combinando negro y morado. Algunos arrastran cadenas como si hubieran escapado de cierta novela de Dickens. Las calles, oscuras como boca de lobo, retroceden en el tiempo a la época de los candelabros. Sólo la luna llena alumbra la escena. Verdaderamente sobrecogedor y fantasmagórico.

Esta vez algo había cambiado. En la mayoría de las calles las farolas continuaban encendidas. La gente, sin duda desinhibida por la luz, charlaba animadamente, incluso a gritos. Y lo más penoso: al paso del Cristo la luz intermitente de un semáforo, primero roja, luego verde, taladraba el encanto nocturno de la escena. ¿Alguien me puede explicar de qué coño sirve un semáforo en una calle donde no circula coche alguno?

Hace muchos años que abandoné la liturgia católica; quien se aburra, que no vaya a procesiones. Pero por favor… esas lucecitas.

10 comentarios:

  1. Supongo que el Cristo se detendría ante el semáforo en rojo ¿no? Espero que al menos no le hicieran la prueba de alcoholemia.
    Pues sí, siempre hay alguien o algo encargado de romper encantos. Yo no he seguido ninguna procesión este año, no he visto nada de la Semana Santa, pero respeto la tradición y, como a ti, me gustan las cosas bien hechas.
    Un abrazo.

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  2. José Antonio, ¿acaso pesabas que cuando se habla del estrés de la ciudad se refiere a nosotros? Pues no.
    La ciudad vive a un ritmo vertiginoso, y las luces verdes y rojas de los semáforos son su advertencia de que no va a permitir que nosotros, los ilusos humanos que nos creemos el centro del universo, rompamos ni alteremos, más allá de unos minutos, su vida.

    Un abrazo, veo que han sido unas vacaciones enriquecedoras: lectura, películas e historias que contar.

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  3. Hola Maribel,

    Al Cristo no sé, pero a los costaleros espero que no les hicieran la prueba del tintorro. Fijo que les quitaban cien puntos del carnet celestial. Directos al infierno.
    Un abrazo.

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  4. Hola Mari Carmen,

    Yo practico, de cuando en cuando, el senderismo. Te da una sensación de libertad que no cambiaría por nada.
    La ciudad pesa y está llena de ruidosa soledad, pero es lo que alimenta de historias mi imaginación, y, a día de hoy, no me veo cultivando el campo.
    Un abrazo.

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  5. Jose Antonio en Semana Santa si me quedo en el País Vasco me gusta ir un día a Bilbao, la capital, y no solo con la idea de ver una procesión. La capital está mucho más tranquila y se puede disfrutar de ella sin aglomeraciones. Aunque cada vez vienen más turistas por estas fechas, ya sabes el tirón del Guggenheim y el Puente Colgante de mi villa declarado Patrimonio de la Humanidad, son más los que se van. No soy devota pero participo en actos religiosos ocasionalmente por tradición, aunque por si acaso me gusta tener de mi lado a lo humano y a lo divino… Me siguen impresionando este tipo de manifestaciones religiosas y si te he de decir la verdad una vez cada tres años no me hace daño. Me trae recuerdos de la televisión en blanco y negro. Al lado de mi madre viendo las que entonces se televisaban en directo, a falta de otras libertades que ver.

    Este año he buscado para vacaciones, como muchas veces, familia, amigos y otro mar. También me entusiasma el senderismo y los grandes paseos por mar y montaña. De hecho este año he aprendido a buscar espárragos trigueros silvestres. Pero ya sabes cómo son los catalanes, no hay manera de pillar un buen manojo pues madrugan y los cogen los payeses.

    Yo mañana vuelvo a las aulas y con la que está cayendo cualquiera se queja.

    Un abrazo.

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  6. Hola Alicia,

    Pues ya tenemos otra cosa en común: el senderismo. Por mi tierra, Alicante, hay mucha montaña para practicarlo, aunque supongo que por el País Vasco habrá más vegetación.
    Suerte con las clases. Yo también abro mañana mi academia, pero lo mío es más relajado que lo tuyo. Por cierto, les dediqué a "ciertos" profesores un relato que puedes leer en este blog. Se llama "Una de zombis".
    Un abrazo.

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  7. Jose Antonio, te diré había leido todas las entradas de tu blog desde la crónica del EL PINTALABIOS hacia adelante. Tras el tirón de orejas, he revisado hasta llegar al de "mis colegas". No me siento identificada pero conozco a muchos de esos ja,ja,ja.
    En honor a la verdad me siento afortunada. Ya que tenemos que trabajar, me gusta mi trabajo. Mañana no se que diré, pero a día de hoy y tras casi 25 años en educación no me siento "quemada". Tambien es verdad que en los últimos quince años sólo doy clases en euskera. Eso a día de hoy en el Pais Vasco garantiza una selección del alumnado y menos casos de fracaso escolar. Digamos que el alumnado con necesidades especiales y demás, que no cito para que nadie diga que soy racista o elitista, estan en aulas de castellano. Bien es verdad que según pasan los años se ve que esto no es lo que era. Por cierto lo de que cada vez hay mas bajas es una gran verdad. Aquí, con la historia de la crisis, a los inspectores les han puesto las pilas para que controlen y te llaman a inspección médica pitando.

    Un abrazo.

    Con respecto al relato, empapado de la fina ironía que te caracteriza, te diré que me ha gustado. Al final me voy a leer tu libro por capítulos.

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  8. Hola Alicia,

    No era un tirón de orejas, sino una sugerencia.
    Me alegro de que te haya gustado. Ya no escribiría algo tan radical como eso. Aunque siga pensando que en la docencia hay mucho caradura que sólo se esfuerza para poner la mano a fin de mes, también creo que es un trabajo duro para el que se necesita ser de una pasta especial.
    Dices que das clases en euskera; yo resuelvo dudas en mi academia de inglés y valenciano.
    En cuanto al castellano, sólo me piden consejo en los aburridos análisis sintácticos. ¡Qué cruz, qué cruz!
    Un abrazo.

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  9. Jose Antonio ¡Qué lo decía de broma! Te aclaro que no me apetece nada que nuestra relación entre en crisis tan pronto ja,ja,ja.

    Con respecto a lo que hay en la docencia, desde la sala de profesores se adivina. Cuando ocupas un despacho con dos teléfonos, ordenador e impresora y al llegar los bedeles, con respecto a la relación de colaboración conmigo de lo mejor del centro, te han subido ya las persianas te das cuentas de la realidad. Somos sesenta en el claustro y de ellos media docena, con todas las modalidades que te puedas imaginar de diversidad para echar cara o mala leche a todo dónde ponen el ojo, ponen de los nervios al más templado. Y espero que esto no lo lean muchos pero un funcionario es intocable. Desde que ocupo la vicedirección yo, como Jaime Peñafiel, valgo más por lo que callo que por lo que hablo. Bueno en el termino medio espero que esté mi valor por lo qué escribo ja,ja,ja.

    Mañana a la tarde claustro y los ánimos estan muy calientes debido a que interfieren el proyecto de euskera y el de inglés con respecto a las horas de ambos idiomas. Esto a la espera de que por ley aprueben el trilingue.

    Bueno Jose Antonio,que me dan cuerda y ...

    Un abrazo.

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  10. Me entra la risa sólo de pensar en una crisis entre internautas; de todas formas, no te preocupes: no me suelo enfadar tan fácilmente.
    En cuanto a tus obligaciones laborales, te veo muy ocupada. Vamos, una madraza. Estoy seguro de que tus compañeros de trabajo te valorarán.
    Un abrazo.

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