jueves, 19 de junio de 2014

RECOMENDACIONES VERANIEGAS

                                                                                        Estimadas familias,

Algunos alumnos han trabajado mucho y ahora toca… vacaciones. Consideramos importante que el niño se desprenda de la organización robótica que ha sufrido durante el año. El tiempo libre es realmente maravilloso.

Los tutores recomendamos para el verano las siguientes tareas para olvidar los contenidos machacados durante el curso:

Lengua:
-Leer un montón de cómics para partirse de risa.
-Escribirse los pies con historias sin pies ni cabeza.
-Inventar trucos para cascar a los hermanos sin que se quejen.
-Aprender canciones de Heavy Metal.

Matemáticas:
-Pedir dinero para chuches y regatear con la dueña del establecimiento.
-Resolver problemas como este: si pongo 19 petardos en una maceta y sólo encienden 5, ¿echará flores el resto?

Que griten, que corran, que se vuelvan locos… y que os den por saco a vosotros.

FELICES HOGUERAS 2014


Territorial Pissings by Nirvana on Grooveshark

10 comentarios:

  1. Buenas recomendaciones, Jose. A ver si las ponemos en práctica y nuestros monstruitos se entretienen, porque de pensar que ya los tenemos en casa las veinticuatro horas del día se me ponen los pelos como escarpias.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es terrorífico, sí, tener a los chavales ahí todo el día, pero más miedo dan las recomendaciones veraniegas de los profesores. ¿Es que nunca han sido niños? Esta es mi particular venganza.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Algunos profesores, Jose, mandan deberes veraniegos para que los padres se queden a gusto. En la reunión de fin de curso no faltan los que preguntan qué cuadernillos tienen que hacer sus hijos. Mal rollo como les digan que ninguno, que se diviertan y descansen.

      Un abrazo.

      Eliminar
    3. Creo que lo más educativo sería que, en vez del viaje a la India, hicieran un poco el indio con los chavales. Abogo por cortar la cabellera a los deberes.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Jose, yo me imagino a parte de nuestro alumnado, al que le hemos pedido una y otra vez y por todas las vías que se nos han ocurrido que no quemen los libros de texto la noche de San Juan y que los pasen a familiares, amigos, vecinos,..., para darles una segunda vida, disfrutando doblemente de esa noche mientras surcan el aire las pavesas de la combustión de algunos de ellos. A ello añade el humo que echarán bastantes padres durante los primeros días de estancia de sus hijos en casa mientras se adaptan al nuevo medio.

    Todo es cíclico. Para mí ha sido un nuevo curso de "misión cumplida". Esta etapa que se inicia supondrá recargar pilas o gastar las energías de otras formas.

    A disfrutar de tus pequeñuelos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca he sido partidario de quemar un solo libro de texto, pero a algún maestro que, hayas hecho el perro o hayas estudiado, te manda tareas veraniegas, a ése sí que lo tiraría a la hoguera.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Me gustan tus recomendaciones, Jose. Esos son los veranos que recuerdo yo de mi infancia, en los que la noche de S. Juan era es pistoletazo para un verano de bicicletas, goitiberas, saltos en el rio…para eso se había trabajado durante el curso. Por eso no entiendo lo de los cuadernillos de verano ni las tareas de refuerzo, creo que no es más que un foco de discusión y que ni siquiera son beneficiosas académicamente hablando. ¿Qué nos parecería si nuestro jefe nos diera o recomendara un kit de trabajo veraniego?

    Felices hogueras, que todos tus malos augurios se quemen en ellas.

    Besos y abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que no hayas perdido la infancia de vista, porque ahora parece que los niños deben estar sometidos a rígidos horarios, a miles de actividades, incluso en verano, y se nos olvida su trabajo más importante: jugar.

      Un abrazo que arde.

      Eliminar
  4. Entre las cosas que los padres y madres transmiten a sus hijas e hijos están el afán competitivo y el miedo al futuro. Por suerte, y a pesar de los esfuerzos paternos, los niños viven el presente, y la única competición que les interesa, empieza y termina con cada uno de sus juegos.

    Feliz verano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues has captado la esencia de mi entrada, que no era otra que la de dejar a los críos que desarrollen, jugando, sus personalidades.
      Clara ya escribe e ilustra sus propios cuentos.

      Un abrazo.

      Eliminar