PIEDRA
Eres tan romántico
como una piedra, dijo. Desde entonces, estoy tratando de cambiar. Le compro
flores, la llevo al cine, la cojo de la mano en la calle. Ella no acaba de
creerlo, y me enfrenta a la prueba definitiva: una tarde en el campo. Se viste
para la ocasión. La noto radiante en la espera. Aunque su equipo pierde por
goleada, reconoce que la he ganado.
Seleccionado en el IV Concurso de microrrelatos ACEN.
Incluido en el libro Bocados sabrosos 4.
Un relato estupendo para reír y para pensar. El romaticismo jamás desaparecerá mientras exista la imaginación. Felicidades, te ha quedado un bocado muy sabroso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Romanticismo sí, pero sin flores ni otras pijadas similares. Que para eso ya está Bisbal.
EliminarUn abrazo.
Estás en racha, Jose, enhorabuena, buen micro. Ah, y ve afilando los lápices, que tenemos el Halloblogween a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más bien me incluyen en los libros por pesado... Mira que me hacen poca gracia las momias... pero a mis hijos, un día que les llevé al museo, les entusiasmaron.
EliminarUn abrazo.
Jose, enhorabuena por esta nueva publicación. Me ha gustado mucho ese juego. Ya me estaba imaginando una estampa bucólica campestre y de repente han gritado gol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta destrozar los tópicos, como ese que dice que el fútbol es cosa de tíos. Debe ser que soy un poco sensible.
EliminarUn abrazo.
Qué gustazo da volver y que te saquen una sonrisa. Siempre consigues despistar y sorprender con el final. Enhorabuena por el micro y por su publicación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos son los ojos que me leen. A veces me despisto y no logro dar con el final más adecuado. Un placer tenerte por aquí de nuevo.
EliminarUn abrazo.