FUEGO
Cuando le preguntaron al pirómano por qué había
quemado la Hoguera del Ayuntamiento en un descuido de seguridad, se limitó a
responder con un encogimiento de hombros: «Ya no quedan bosques en Alicante que
reducir a cenizas». Ese año, la gente recuperó la costumbre de sacar los
muebles viejos a la calle para prenderles fuego.
¡¡¡FELICES HOGUERAS 2015!!!
de las pocas tradiciones que me molan...
ResponderEliminarLa tradición está muy bien, pero sin dejar de lado el civismo.
EliminarUn saludo.
¡Si Prometeo levantara la cabeza!
ResponderEliminarEntiendo que tengamos en nuestro ADN una pizca de polilla, pero de ahí a querer calcinarlo todo...
De todas formas, lo de prender fuego a los muebles viejos, no me parece la mejor de las ideas; si tenemos en cuenta que se ha sustituido la madera por DM y las fibras vegetales, por derivados del petróleo, seguro que nos intoxicamos.
Un abrazo.
Creo que me he dejado llevar por ese alicantino de a pie, el que sufre en silencio las Hogueras. Y lo he hecho desde el cariño más absoluto.
EliminarUn abrazo.
Vaya reivindicación. Chinchín por los bosques.
ResponderEliminarOye, tiene su gracia eso de que un pirómano queme una Hoguera.
Felices fiestas hogueriles.
Un abrazo.
Me alegra que te haya divertido. Ese era el objetivo. Por lo demás, me va poco la jarana de estos días. Conozco a gente que lo da todo en Hogueras, como si divertirse fuera una especie de obligación. ¿Me das asilo en tu campo?
EliminarUn abrazo.