Ha llegado julio y nadie podrá decir que en Academia Nova no hemos trabajado hasta el último día. Que luego la gente escupe que los profesores tenemos muchas vacaciones. Para muestra un botón: el 20 de junio, en plenas Hogueras de Alicante, nos llamó una madre desesperada por que su hija recuperara matemáticas. Al día siguiente, hablé con la adolescente porque la madre no dominaba el castellano. Admitió que tenía siete libros. «¿Siete libros de matemáticas?», pregunté estupefacto. Aclaró: «No, siete suspensos». Y aún añadió que cuándo empezaba. La animé a empezar el curso que viene desde el principio. Con esta anécdota, no aspiro a convencer a nadie de que nos merecemos hasta el último segundo de vacaciones. Eso es asunto evidente que cae por su propio peso. Solo espero alguna muestra de cariño, como esta planta de Cele que nos llega al corazón. Feliz verano.
A disfrutarlas, que ya sé que las ganas de trabajar no se te van a pasar. Hasta la vuelta, querido lobo.
ResponderEliminarHasta la vista, querido amigo. Haré escala en Bilbao disfrazado de persona.
EliminarUn abrazo.
Descansa porque a la vuelta tienes que volver a colocarte la gorra de "Patrón de los botes imposibles", y ya sabemos que no está tejida con lana precisamente.
ResponderEliminarLos casos imposibles de verdad somos tú y yo.
EliminarUn abrazo.