jueves, 12 de septiembre de 2019

DEL REVÉS

                                                                           

Al otro lado del espejo, la Feria se veía de un modo muy distinto. La gente no quedaba en el Pincho, frente a la Puerta de Hierros. Se encaramaba al mástil blanco como uno de los hermanos Pinzones oteando el horizonte en busca de su cita. La noria giraba a una velocidad tan vertiginosa que los estómagos echaban hasta la última papilla, menos el de la adolescente. Las berenjenas de Almagro olían a Galán de noche. Don Quijote y Sancho habían abandonado la Diputación; paseaban mecidos por una peculiar plática: el Caballero de la Triste Figura le reprochaba amablemente a su escudero que no eran gigantes, sino atracciones. Alicia llevaba un rato sin decidirse a traspasar la bruñida superficie cuando recibió un mensaje en un espejo mucho más brillante, rectangular y solitario. La niña y la mujer mantuvieron un tira y afloja interminable. Pasó de estar enganchada al móvil. Salió a la calle y se dijo que la vida también puede ser maravillosa.

4 comentarios:

  1. En estos tiempos cuesta que los niños, e incluso los mayores, se decidan a ver la vida disfrutando del presente sin estar pendientes de la pantalla brillante.
    Curiosa feria donde las berenjenas huelen a Galán de noche...yo quiero ir ja,ja,ja.
    Un placer leerte.

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    1. Creo que la tecnología se puede usar en nuestro beneficio manteniendo cierta independencia. Por eso, a veces salgo a pasear sin móvil (¿me guardas el secreto?).

      Un abrazo.

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  2. La mente humana es tan débil que necesitamos de la voluntad para desempañar el sentido común. Por contra, esa díscola también es capaz de engendrar relatos como este. Ja, ja, ja...

    Un abrazo.

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    1. La realidad es una ficción inventada por el ser humano para conseguir estabilidad. La literatura sirve para devolver el desorden original.

      Un abrazo.

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