miércoles, 26 de febrero de 2020

LAS HOGUERAS DEL FUTURO




















Las Hogueras de San Juan (Fogueres de Sant Joan) son las fiestas oficiales de mi tierra y se celebran del 19 al 24 de junio. Esto lo sabe cualquier alicantino. Si una máquina de criogenización me despertara en el futuro, daría una vuelta para comprobar el estado de salud de este festejo querido y odiado a partes iguales.
            
Pedalearía a mis anchas por carriles bici debidamente señalizados mientras llego a la única barraca de la ciudad: un auténtico rincón popular situado en el Estadio Rico Pérez. En el centro del campo, una inmensa pira con restos de madera y papel aguardaría las llamas. Habría gente de todas las edades, razas, condiciones y creencias.
            
El Ayuntamiento de 2099, consciente de que tu libertad acaba donde empieza la mía, suprimiría los ruidos innecesarios. Por ejemplo, las famosas despertadas (despertàs) a las ocho de la mañana. El sufrido ciudadano las describe sin mucho cariño: cuatro gatos que lanzan cohetes porque aún no se han acostado y una banda que desafina.
            
De acuerdo con las políticas de igualdad emprendidas por partidos como Podemos, me enorgullecería asistir a la proclamación del Bellezón del Fuego (Belleo del Foc) o de la Belleza del Fuego Transexual. Quizá no sea muy ortodoxo ni tradicional, pero lograría que el resto del mundo nos mirase con respeto por algo más que nuestra playa y nuestro castillo.
            
Los avances en materia de igualdad, ruido y asociación seguramente tardarán muchos años. Solo espero que, igual que el Muro de Berlín, un día caigan todas las alambradas.

miércoles, 12 de febrero de 2020

GRITOS




Cada vez más gente hace el amor a gritos, salvajemente, sobre la encimera de la cocina. ¿O debería decir que folla? Tú levantas algo más que la vista del libro que acabas de empezar a leer, dividido entre la envidia descarada y la sonrisa bribona. Proyectas llamar al timbre porque esas no son horas: mañana trabajas. Entonces recuerdas, muy a tu pesar, que en ese piso no vive nadie. Tampoco puedes despertarla para contarle lo que crees haber oído. Ella te dejó ayer.