El hombre había reunido un corro a su alrededor.
Vestía unos vaqueros desgastados y rotos, una camisa de seda y un pañuelo al
cuello como Antonio Gala. Se descalzó con insufrible parsimonia. Sentado en
posición de loto, pidió al público máximo silencio. Estuvo varios minutos con
los ojos cerrados para concentrarse. Un inoportuno tono de móvil fue el
pistoletazo de salida. La alfombra de vidrios cortantes crujió acariciando sus
pies níveos. Contuvimos el aliento. Al primer gesto de dolor, una madre cegó a
su hija para que no viera la sangre que abunda en los videojuegos. Alguien llamó
a una ambulancia. El artista aún tuvo redaños de decir mientras intentaba
detener la hemorragia con su pañuelo: «Lo siento, damas y caballeros, en
realidad soy escritor. Estoy firmando libros en la caseta número 13. Creí que
la editorial se encargaría de mi promoción».
Una crítica magnifica a las editoriales que no promocionan lo mismo a unos que a otros. Desde luego al autor no le faltó inventiva y se buscó una buena promoción. Ojalá la feria del libro se pueda celebrar y sea un éxito. Abrazos
ResponderEliminarLa inventiva hay que reservarla para divertirse escribiendo y no para hacer el faquir.
EliminarUn abrazo.
una cachetada con guante blanco. Abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. La elegancia nunca hay que perderla.
EliminarUn abrazo.
jajaa pobre! nos han enseñado a no reirnos de las desgracias ajenas pero a veces... las situaciones resultan muy graciosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Ríete sin miedo. Conservar una mirada canalla nos salva de las situaciones más absurdas.
EliminarUn abrazo.
Planteando una situación impactante, pones sobre el tablero el poco apoyo que reciben los escritores poco conocidos que quieren hacerse un hueco en el mundo de la literatura por parte de las editoriales y de la sociedad en general
ResponderEliminarCreo que la colaboración entre editorial y escritor es la llave.
EliminarUn abrazo.
Aunque también hay que decit que algunos tienden a echarle la culpa de todo a los demás, y eso tampoco es: cada uno tiene que asumir su responsabilidad y no todo vale, en especial si arriesgas la vida.
ResponderEliminarIr de fakir por la vida no es bueno, pero quejarse por lo que crees injusto me parece más necesario que nunca.
EliminarUn abrazo.