Hace unos
años, durante unas vacaciones en Albacete, mi suegro me invitó a dar un garbeo
la tarde de Nochevieja. Caminando y hablando de nuestras cosas, llegamos nada
menos que hasta el Parador Nacional. Son la friolera de seis kilómetros. Desde
entonces, he cogido la costumbre de pasear con la única compañía de mis
pensamientos antes de las cenas navideñas. Me pregunto cuál será vuestra
tradición. Si queréis contármela, estaré encantado de leerla. Como siempre,
agradezco a Mónica la magnífica postal. Feliz Navidad, mirones.
Tengo la misma costumbre, querido compañero, la mismita. Y desde hace muchos años, desde cuando tenía 17 más o menos, o incluso antes. Qué alegría saber que tú haces lo mismo, y que lo entiendes. Pasear en la ciudad en estos días tan señalados, con ese aire tan distinto y especial que tiene, pensando en todo lo ocurrido en el año y en todo lo que uno quiere que llegue. Son paseos muy especiales, llenos de encanto y cierta melancolía, en los que brillan también una sutil esperanza que hacen olvidar por unos momentos todos los naufragios. Son momentos estupendos en la tarde de Nochebuena y Nochevieja, sumido uno en una extraña tranquilidad lejana a las prisas de otros días. La ciudad y el mundo parece no exigirte nada, se vuelven acogedores, y se avanza como por un sendero amable. Es un paréntesis que reconforta el espíritu. Mañana pensaré en ti mientras recorro buena parte de la ciudad. Un enorme abrazo, compañero.
ResponderEliminarLos paseos son instantes de calma en medio de una vida cada vez más convulsa y agitada. Te confieso que a veces no me llevo ni el móvil. Y no creas que solo voy pensando en mis cosas. También miro el mundo con ojos curiosos y siento que la soledad es una ficción: puede haber alguien pensándonos. Un fuerte abrazo.
EliminarFeliz Navidad José Antonio y gracias por exhibir la tarjeta. La confeccione con mucho gusto. Gracias por ser parte de ese proyecto que tanto disfruto. Sobre tradiciones navideñas actuales, qué decirte, hago de anfitriona y en eso se me van las horas previas! Un abrazo y muchas felicidades
ResponderEliminarNo he sido nunca anfitrión en las celebraciones navideñas, pero tengo un sentido del humor muy fino: me gusta hacer sonreír a las personas que me rodean.
EliminarUn abrazo.