TARDE DE DOMINGO
El desasosiego empieza justo tras el atracón familiar.
Sin poder remediarlo, Clara anticipa el madrugón del lunes con su clásico
estómago en huelga: las seis y media de la mañana no son horas. Examen de matemáticas
a las ocho: Deogracias les tiene manía. Imagina que unos yihadistas secuestran
el instituto y toman al profesor de rehén. Se lo cuenta por teléfono a Mariló.
Se ríen. Al despertar de la siesta, recuerda que no ha tendido la ropa. El
espejo del salón le devuelve un rostro ajado de bruja. Enciende la luz. Vaya
susto. Se ha dormido con la máscara de Halloween puesta. Qué raro. No hay forma
de quitarla.
Dicen que el peor día de la semana son los lunes, ¡¡mentira!!, son los domingos por la tarde.
ResponderEliminarSaludos
Los lunes pueden ser fantásticos con un poco de empeño que le pongamos; ahora bien, los viernes no los soporto: se lo tienen muy creído.
EliminarSaludos.
Un final digno de Kafka.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias. Aún recuerdo la sensación de orfandad que me produjo "La metamorfosis".
EliminarSaludos.
El peor día, el martes, y no sé por qué. Magnífico final.
ResponderEliminarTradicionalmente, es el segundo peor día de la semana. Gracias: los finales siempre cuestan.
EliminarUn saludo.