miércoles, 30 de noviembre de 2016

IGUALDAD


















Al pasar por la puerta de Mercadona, mi hija pide ir un momento al servicio. Espero en la calle. Sale con cara de alivio. Dice: «No entiendo por qué hay un baño para chicas y otro para chicos». Llueve en Alicante, algo tan raro que merece un titular en el periódico. Contesto que a mí también me parece una chorrada.

6 comentarios:

  1. La verdad es que me he puesto a pensar y...pues que no sé qué pensar! Hace poco fui a un restaurante en Madrid que tenía un baño único...me chocó un poco por la falta de costumbre pero nada más.
    Me encanta la foto de la ranita!
    Un beso para tu niña que se hace esas preguntas tan curiosas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si la anécdota te ha dado qué pensar ya ha merecido la pena escribirla. No voy a ser tan necio de decir que hombres y mujeres somos iguales en todo. Obviamente, hay diferencias. Pero en lo fundamental, a la hora de hacer pis, somos iguales. Bueno, casi.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Supongo que se podrían aducir razones de seguridad, o de pudor, o razones pragmáticas. Esta es una diferenciación que nunca me ha quitado el sueño, porque lo cierto es que ambas propuestas funcionan bien, según mi experiencia.

    Divertida anécdota; como siempre, tu hija está llena de sentido común.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La lógica aplastante de los niños hace que el mundo parezca todavía más absurdo de lo que es en realidad. Como el baño de tíos nunca tiene jabón, siempre acabo en el de chicas.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Lamentablemente yo entiendo las razones por las que en muchos lugares hay distintos baños. No siempre la gente se comporta con respeto y sin agresiones.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un apunte acertado, Mónica. Sin embargo, eso no significa que seamos menos iguales. Una solución sería utilizar aseos cerrados con llave.

      Un abrazo.

      Eliminar