Me puse patas arriba como el perro, dejé la lengua colgandera y añadí al surrealista cuadro los ojos lastimeros que había ensayado tantas horas en el espejo. Ni por esas. Todas las cucamonas y arrumacos de mi hija fueron otra vez para ese detestable animal.
FELIZ VERANO.
jaja...así no se puede competir!
ResponderEliminar=)
Es un rival imbatible.
EliminarUn abrazo.
Es que las mascotas son fieles, no se enfadan contigo y no hay discusiones... Por eso y otros motivos hay algunas personas que parece que quieren más a sus mascotas que a sus congéneres. ¡Jajaja!
ResponderEliminarSupongo que cada amor tiene un hueco en nuestro corazón y hay sitio para todos.
EliminarUn fuerte abrazo.
me encantas como escribes
ResponderEliminarsaludos desde el mar de Miami
Humildemente, gracias.
EliminarUn abrazo.
Vosos el crapula???
Eliminartenes cara de dulce y bueno
jajajajaj
La imaginación, ya sabes, no tiene límites.
EliminarUn abrazo.
Esa es una guerra perdida.
ResponderEliminarSaludos y feliz verano.
Toca conformarse con las sobras.
EliminarUn abrazo.
me encanta tu blog y ese pero es adorable
ResponderEliminarCelebro que así sea.
EliminarUn abrazo.
Breve, conciso y rabiosamente encantador.
ResponderEliminarFeliz verano.
Muchas gracias, Berta. Soy hombre de pocas palabras.
EliminarUn abrazo.