Mi padre fue Terminator: un organismo cibernético
venido del pasado para protegerme. Cuando la depresión puso nidos en su sesera pensé
que, en realidad, echaba de menos su tiempo. Le tocó vivir la Posguerra, las
tardes de toros, las canciones de Machín y desvivirse en un sinfín de oficios. Ahora
comprendo su sorda tristeza irreversible. Ya no funciona como un reloj, sino
como un capricho de Goya. Todos los días amanecen crepúsculo y me mira
empequeñecido, huérfano, en el desguace. Lo único que queda de aquel gran
hombre soy yo.
Te comprendo, desde hace unos días, la Diosa de la Luna (mi madre), se me ha hecho pequeñita, y me mira, asustada, de su propio miedo.
ResponderEliminarCuando nuestros padres se convierten en nuestros hijos, es momento de devolverles todo su cariño.
EliminarUn fuerte abrazo.
José es precioso
ResponderEliminarAllí donde esté le va a llegar
Muchas gracias.
EliminarA ese hombre hay que decirle te quiero, besarle y cuidarle, y darle las gracias. Lo has escrito muy bonito. Abrazucos
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Estupendo! Gran relato, José.
ResponderEliminarMuchas gracias, maestro.
EliminarEstos pensamientos ayudan, y mucho, a la hora de convivir con su recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Jorge Gumpert
La literatura siempre ayuda a canalizar los sentimientos que, en la vida real, no logramos verbalizar.
EliminarUn abrazo.
Y ese tú que queda es el mejor homenaje que se le pueda hacer. Abrazo hondo, querido amigo.
ResponderEliminarEra un gran lobo de mar.
EliminarUn abrazo.
Fantástica oda a quien te dio la vida, José Antonio. D.E.P.
ResponderEliminarComo faro en medio de la niebla, uno siempre se queda con lo bueno de las personas.
EliminarUn abrazo.
Bonitas palabras, seguro estará orgulloso tu padre allá donde esté, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarEl paso del tiempo es inevitable, y lo que ello conlleva: olvido, enfermedad, el final.
ResponderEliminar"Lo único que queda de ese gran hombre soy yo". Pues no es poco.
Tienes razón: es mucho. Ahora camina a mi lado, solo que yo no lo veo.
EliminarUn abrazo.