miércoles, 3 de julio de 2024

FICCIONARIO DE CHISTES

Mi sentido del humor deja mucho que desear, pero es mejor tener poca gracia a no saber reírse de uno mismo. Aprovecho para desearos feliz verano.

 

-¿Qué le pasaría a Thor si viajase a Galicia?
Que se convertiría en Torqueimada.

-¿Qué país de Europa es famoso por sus ranas?
Croaccia.

-¿Qué pintor español tenía una madre monja?
Sor Olla.

-¿Qué es lo que más odia una mujer lobo?
Los tacones con plataforma.

-¿Para qué se utiliza el curry?
Para no resbalarse, porque es curry.

-Una película sobre una meada corta…
El Pisito.

-¿Qué cantante español copiaba de niño en los exámenes?
Germán Coppini.

-¿Qué personaje de novela es el más quejica?
Aureliano Maldía.

-¿Cómo se le dice a un maestro que, a la vez, baila?
Pedagogó.

-¿Qué ciudad del mundo tiene el índice de lectura más alto? 
Paleermo.

Y uno de regalo:

-Un museo de Alicante para perezosos...
Mubag.

miércoles, 26 de junio de 2024

INMUNIDAD
















Los Conciertos de Radio 3 presentan a «Volcánicos». Su primera canción es: «Todo me la pela». El cantante lleva unos calzoncillos por sombrero, pero apenas me divierte ya. Cuando invita a Leticia Sabater a compartir escenario para hacer un dueto, cambio de vídeo. Pongo un partido de baloncesto. También me lo sé de memoria. El día que se acabe la electricidad, tendré que hablarme con el vecino. No hay muchas oportunidades para la vida social desde que la televisión dejó de emitir. 

miércoles, 12 de junio de 2024

SAN JUAN











Un hombre se quejaba durante un viaje en metro del mal trago que pasó en las últimas Hogueras de Alicante por falta de aseos públicos. «El alcalde hace una llamada al turismo, pero no instala sanitarios de plástico que acojan a tantas personas», decía enojado.

Juan —llamémoslo así— sufre de vejiga hiperactiva y ataques de ansiedad. La una le hace orinar cuando no quiere y la otra se lo impide a veces cuando lo desea. Es veintitrés de junio. Como todos los años, baja con su mujer a la playa del Postiguet para saltar las olas, un ritual de renovación que coincide con el solsticio de verano. El gentío abruma. La mayoría son jóvenes celebrando botellones, brincando sobre fogatas y encendiendo farolillos rojos que después lanzan al cielo.

Logran salir del paseo marítimo tras empujar, morder, sobar y acordarse de lo bien que uno está en casa. Cenan en una hamburguesería. Juan se agobia debido a la cola de gente que espera para orinar y no echa ni gota.

Pasan el resto de la noche buscando un baño tranquilo, algo casi imposible porque las Hogueras se regodean en el bullicio y la algarabía. No en vano muchos alicantinos emigran. Atraviesan una ciudad sin ley donde la gente evacúa en la calle envalentonada por el alcohol. Llegan incluso a probar fortuna en la Estación de tren, pero el acceso a los servicios está precintado.

Al límite de la resistencia, Juan halla como por casualidad un par de cabinas a la altura de la Plaza de los Luceros. Son las primeras que no pertenecen a una barraca para uso exclusivo.

Bajé en la misma parada que el caballero. Discretamente, deslicé en el bolsillo de su gabardina una tarjeta de mi amiga Lola. Coach emocional. Su lema es que siempre hay tiempo para un abrazo.

¡FELICES HOGUERAS!

miércoles, 5 de junio de 2024

LIBACIONES






















El camarero
pregunta qué va a ser.
El raro bebe Fanta Limón,
agua o nada.
La Coca-Cola,
eso sí es español.
Los cerveceros
se solazan de su panza;
los amigos del vino
charlan.
Y, a escondidas,
alguien sorbe
el caldo de los berberechos.

miércoles, 29 de mayo de 2024

MEJILLONES


No dejéis volar vuestra mente calenturienta cuando os diga que mi padre adoraba los mejillones al vapor. Eran un delirio que rozaba la obsesión. Al quejarme de que todos los domingos comíamos el mismo aperitivo, compraba bígaros o almejas un par de semanas para disimular. Luego volvía a su eterna costumbre. Me pregunto qué tendrían aquellos moluscos bivalvos para gustarle tanto. Quizá fuera su sabor o que le traían algún recuerdo de infancia. He pasado de aborrecerlos a echarlos de menos.

miércoles, 15 de mayo de 2024

DE COMPRAS


En la plaza Jemaa el-Fna perdí a mi mujer un día de verano. La busqué durante horas entre los puestos de especias y marroquinería. Me pareció verla junto al encantador de serpientes, pero era alguien de similar hechura. Volví solo a España, di la noticia a sus padres y crie a nuestros hijos lo mejor que pude. Cuando estaba a punto de rehacer mi vida, entró en casa como una exhalación. Venía cargada de bolsas. Dijo, a modo de disculpa, que se le había ido el santo al cielo.

miércoles, 1 de mayo de 2024

FICCIONARIO GREGUERIL

No sé qué pensaría Ramón Gómez de la Serna si levantara la cabeza. La vida es una señora tan aburrida que necesitamos el perfume de la imaginación para soportarla.

 

El LAPICERO es el punki del escritorio.

 

Los MITONES son las serpientes pitón de los guantes.

 

Las PERCHAS son ganchos de carnicero que sirven para dejar colgada nuestra segunda piel.

 

La TABLETA DE CHOCOLATE es un piano que se toca con los dientes.

 

El ALMANAQUE es la lengua que nos saca la pared para burlarse de lo rápido que pasa el tiempo.

 

El POEMA es un jeroglífico que nadie consigue descifrar mientras el autor se vanagloria de ello.

 

Los APARATOS DE AIRE ACONDICIONADO son los tocadiscos enjaulados de las fachadas.

 

La BATA BLANCA produce un efecto relajante similar a la marihuana, pero los más viciosos no se conforman y se llevan drogas de recuerdo.

 

La LÁPIDA es una lata caducada de queso fuerte a la que olvidaron ponerle una anilla.

miércoles, 17 de abril de 2024

SANTA POLA



Hemos perdido la capacidad de no hacer nada y de deleitarnos con la simple observación. Las vacaciones se han convertido en un estresante periodo de maletas, horarios y gente. La señal inequívoca de que no disfrutamos es que, al volver, debemos descansar de las mismas. Por esa razón, un año más he vuelto a pasar unos días completamente solo en Santa Pola. Sobre todo, me atraía el reto de saber si sería capaz de arreglármelas por mí mismo.

Llegué el Jueves Santo a un cuarto piso sin ascensor. Aquel día no solo tuve que conectar la luz y el agua, sino también llené la nevera con más dudas que certezas porque soy un cocinero pésimo. La casa olía como la tumba de Tutankamón. Aquella noche no pegué ojo, pues las delgadas paredes filtraban los sonoros bostezos del vecino.

El viernes estuve tentado de limpiar, pero hacía un sol tan fabuloso que subí caminando hasta el Mirador del Faro. Invertí unas tres horas en cubrir de polvo mis zapatillas nuevas. Coincidí en el sendero con parejas, grupos de amigos, familias y dueños de perros. Muchos hablaban a gritos, incapaces de escuchar los mil y un sonidos de la montaña.

Durante el fin de semana, reuní valor y productos de limpieza para cumplir el juramento que le había hecho a la dueña: adecentar el piso a cambio de mi estancia. Barrí y fregué a discreción. Dejé el cuarto de baño que parecía el reino celestial. Una moscarda se introdujo, sin duda huyendo del fuerte viento, cuando me disponía a salir.

Una de las películas que me acompañaron, Formentera Lady (con el gran José Sacristán), habla de un solitario empedernido que descubre la importancia de los lazos gracias a su nieto. Yo no sabía bien qué hacía apartado de mi familia. Supongo que el amor también es eso: saber alejarse para volver fortalecido.

El lunes vino mi mujer a rescatarme con el coche. Había llenado la nevera de comida para un regimiento sin darme cuenta.

Cuando me disponía a cerrar la llave de paso —situada en el rellano del portal—, descubrí que había aflojado sin querer el contador de la luz de algún vecino. Este lo había devuelto a su estado original y, seguramente, se preguntaría por el gracioso.

miércoles, 20 de marzo de 2024

CONTRA EL OLVIDO


Paseaba con Carmen una tarde de verano cuando se acercó una mujer a saludarla. Deduje por la conversación que eran viejas amigas del pueblo. En Guardamar, darle al palique en medio de la calle es casi una religión. Tras despedirse efusivamente, le pregunté a mi madre, muerto de curiosidad, quién era. Me dijo que no se acordaba y nos entró la risa.

El olvido es un tema tabú que, a diferencia de Carles Puigdemont, no abre informativo alguno ni copa la primera plana de ningún periódico. Da igual la etiqueta que le colguemos: Alzheimer, deterioro cognitivo, desmemoria o ido de la olla. Enfermos y familiares se enfrentan prácticamente solos —debido a la deshumanización de algunos neurólogos y las trabas a la Ley de Dependencia— a situaciones traumáticas que los superan. La novela Las dos Adelaidas (Sargantana, 2023) de Elena Casero reivindica una enfermedad sobre la que pesa el más vergonzoso silencio, pero, sobre todo, el papel callado del cuidador.

Su argumento es sencillo. Una joven de veinticinco años tiene que hacerse cargo de su madre enferma mientras su hermana, que vive en Australia, se limita a seguir los acontecimientos por teléfono. Las fotografías antiguas y un diario escrito en la juventud ayudan a la anciana a rescatar la historia de las mujeres de la familia y, de paso, retrasa la inevitable pérdida de memoria. Elena Casero rinde homenaje a todas aquellas esposas y madres del siglo pasado condenadas a ser una sombra del esposo, a realizar las tareas domésticas, a cuidar de los mayores. Un simple cambio de titularidad en el banco por defunción demuestra qué poco han cambiado las cosas y cuánto queda por hacer.

La novela emociona gracias a la acertada elección de una joven narradora en primera persona. Me conmueve su vida truncada, sus sueños aparcados, su escasa sexualidad. Un manual indirecto sobre la vejez que debería ser lectura obligada en los colegios: «Nadie te avisa de que, mientras ella se muere, te has de convertir en su madre».

Como buena valenciana, Elena Casero salpica la historia con pinceladas de humor que sirven para ofrecer un relato verosímil donde las penas se barajan con las alegrías. Me parece descacharrante la escena en la que la anciana, en uno de sus inteligentes desvaríos, le presenta a Adelaida al mismísimo Franco y, además, le suelta cuatro verdades.

Me consta que la autora no es amiga de promocionar excesivamente sus libros, lo cual no significa que no haga presentaciones. Solo prefiere no dar demasiado el coñazo al lector. Esta actitud, digna de elogio en los tiempos actuales, proviene de alguien que ha corregido su obra hasta la saciedad y está segura de su valor. No hay mejor campaña publicitaria que una novela sin faltas de ortografía, ni lugares comunes, ni fallos gramaticales. Y, por si esto fuera poco, no he parado de anotar frases memorables que ojalá se me hubieran ocurrido a mí.

A veces, cuando mi madre me saca de quicio con sus involuntarios olvidos pienso en el consuelo de la literatura, en que se diría que Las dos Adelaidas ha sido escrita para nosotros. Anima a disfrutar de nuestros mayores mientras podamos. Gracias a su sacrificio, hemos logrado lo que ni siquiera ellos se atrevieron a soñar.


HASTA LA VISTA, MIRONES.
FELIZ SEMANA SANTA.

miércoles, 13 de marzo de 2024

SANTOS



Mi padre no era muy religioso, pero, por contentar a mi madre, que es una auténtica talibana, iba a la iglesia los domingos y se confesaba una vez al año. Lo recuerdo hecho un pasmarote en la última fila del templo, al lado de la puerta por la que siempre entraba el último y salía el primero, mirando al frente sin ver, con la imaginación distraída en otra parte. Ambos sabíamos, sin comentarlo jamás entre nosotros, que no creía en toda aquella parafernalia.

miércoles, 6 de marzo de 2024

SALDOS ARIAS




Mi padre trabajaba en una humilde tienda de ropa llamada Saldos Arias. Recuerdo que era un edificio ubicado en la calle Mayor de Alicante. Nunca pasaba nada, salvo que una vez fueron a comprar chandals algunos jugadores de los Globetrotters. Ahora han rehabilitado el inmueble y es la sede del restaurante Fondillón, que pertenece al hotel de cinco estrellas Hospes Amérigo. Cuando paso por allí, me entran ganas de hacerles cosquillas a esos camareros tan estirados.

miércoles, 21 de febrero de 2024

EL APERITIVO


«Y esto es solo un aperitivo de lo que te espera cuando estemos casados», dijo la anciana dándole un beso en la boca a su enfermero.

FINALISTA en el Concurso Cuenta 140 de El Cultural.


miércoles, 14 de febrero de 2024

EL PLAN





















Me gusta trabajar en la academia porque no debo ceñirme a un programa establecido ni aguantar a un jefe. Tampoco necesito preparar las clases. Improviso como un músico de jazz a partir de las propuestas de los alumnos.
     —Sintaxis —dijo Nerea.
     Le expliqué que una oración subordinada era una señora que dependía económicamente del marido. En cambio, las coordinadas son mujeres independientes.
     —Yo quiero ser subordinada, que me mantengan y no hacer nada en todo el día.
     Un compañero rio la gracia.
     —Vaya porquería de plan.
     Se miró las uñas: eran superbonitas. Tres años después, vino a decirme que se estaba sacando el graduado en un Centro de Adultos.

miércoles, 31 de enero de 2024

EL CUATRO





















En Alicante, la línea cuatro o autobús del cementerio atraviesa toda la ciudad. Es una experiencia realmente agotadora. Parece una película de nuestra vida proyectada a cámara lenta. Por si fuera poco, la mayoría de sus usuarios pertenece a la tercera edad. Así pues, el cóctel explosivo está asegurado.

Aquel viernes debía resolver unos papeles sobre la transmisión de una sepultura, de modo que subí resignado al autobús. Una vecina del barrio me atrapó en su monólogo: imposible avanzar o retroceder en aquella lata de sardinas. Comprendí con horror que me quedaba una hora de monosílabos adormecidos.

En la avenida Aguilera, a la altura del teatro Arniches, montó un caballero con ganas de gresca. Llevaba esperando una eternidad y estaba convencido de que habían suprimido un coche. El conductor se revolvió como si le hubiera picado una avispa. «Llame a la empresa y no me toque las narices», fue lo más bonito que le dijo. Aproveché la coyuntura para huir cobardemente de la vecina.

Los ánimos estaban crispados. Alguien se atrevió a reprochar al caballero que sus gritos le habían herido los tímpanos. El hombre escupió que se pusiera tapones. No era otra que mi vecina. Una abuela dijo: «Éramos pocos y parió la abuela».

Reinaba un espeso silencio cuando se abrieron las puertas en el Centro de Especialidades Babel. El cuatro quedó semivacío. Llegamos al cementerio dos únicas personas: el caballero y yo. El hombre se incorporó por fin a su puesto de trabajo y me sonrió a través de la ventanilla con cara de circunstancias.

miércoles, 24 de enero de 2024

QUÍMICA















Al ir a matar una mosca que lo estaba distrayendo de un ardor que creía olvidado, perdieron la oportunidad que, a sus ochenta años, solo se presenta de tarde en tarde. No tenían ninguna prisa. Esperarían tanto como fuera necesario. Volver a enamorarse es una cosa muy seria. 

miércoles, 10 de enero de 2024

AMANECER


















Cada 1 de enero,
se desata una euforia colectiva
de proyectos
que jamás verán la luz,
de promesas
que nunca cumpliremos.
Deja pasar unos días:
los verdaderos cambios
vienen de adentro.


lunes, 25 de diciembre de 2023

FELIZ NAVIDAD





















La Navidad es un sentimiento. Se parece a una historia de amor cuya esencia consiste en ayudarnos unos a otros, incluso entre desconocidos, familiares y exparejas. Cada cual le dará a sus actos la dimensión que quiera: religiosa, espiritual o humana. Que el ruido de los centros comerciales no nos impida escuchar ese latido. Lo demás no merece la pena. Gracias, Mónica, por la fantástica tarjeta.
 

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