miércoles, 30 de marzo de 2011

AMIGOS PARA SIEMPRE

¿Os acordáis de "Luna"? La presenté al I Premio de Microrrelatos Temáticos Hipálage, por si sonaba la flauta, y ya forma parte de la antología Amigos para siempre, que se publica en el mes de abril.
Va por ella.


A mí nunca me han gustado los perros. Me cuesta un mundo acariciarlos; quizá sea la falta de costumbre. No soy el único. Me consta que hay muchos que las pasan caninas. Incluso peor. Creo que en las escuelas se debería educar esa parte animal que todos llevamos dentro.
De todos los chuchos que he tenido el disgusto de encontrar en mi vida, Luna era el más astuto. Jamás me pidió una caricia. Yo no era su dueño; sólo pasaba por allí de vez en cuando. Creo que fue esa resignación lo que acabó derribando los muros infranqueables de mi antipatía.
La otra madrugada dejó de latir su corazón. Le explotó en el pecho. Lo tenía demasiado grande. Tanto que jamás me pidió nada. Bueno, sí, algo de desayunar por llevarme la contraria.

miércoles, 23 de marzo de 2011

EL EXTRATERRESTRE DE LAS LETRAS

El mundo literario está habitado por escritores de todos los pelajes. Es una fauna donde, en ocasiones, abunda el don de la palabra hueca, cuando no directamente la diarrea verbal. También campa a sus anchas el deprimido que te regala una cuchilla de afeitar en cada línea o el inteligente que te obliga a consultar el diccionario como un niño de primaria.

Quien busque en Albert Espinosa, guionista y director de cine, elaboradas metáforas se va a llevar un chasco. Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo (Grijalbo, 2010) es una novela que trata de emocionar al lector desde la primera página hasta un final inesperado.

En un futuro inquietante, donde la ciencia ha creado una droga para dejar de dormir, Marcos, alter ego del autor, no acepta la muerte de su madre. Esto le lleva a comprar el chute que le mantendrá en una eterna vigilia. Sin embargo, varios personajes se cruzan en su camino: una chica de la que se enamora, un jefe que necesita urgentemente de su habilidad, un misterioso extranjero que no es lo que aparenta.

Lo original de Espinosa no es la historia que relata, sino las disgresiones de Marcos, que adornan el hilo narrativo con recuerdos de una madre artista y ráfagas de su peculiar manera de ver el mundo.

Tampoco es ni pretende ser un Camilo José Cela, pese a lo cual nos sorprende con frases memorables. Sobre el sexo dice: “Quizás el mundo iría mejor si contásemos nuestros sueños eróticos a los que han sido protagonistas de ellos”. Sobre la infancia apunta: “Es como toneladas de tristeza mezclada con kilogramos de felicidad”. Sobre las madres afirma: “Ahora tenía claro por qué me sentía así: no se había ido la persona que más había querido, se había ido la persona que más me ha querido”.

La principal virtud de Espinosa es que transmite como ningún escritor la magia de una mirada o una caricia, mientras parte de la literatura actual se empeña en vivir entre caballos como Gulliver.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿QUIÉN COÑO ES LADY GAGA?

Mi lugar preferido de lectura es el cuarto de baño. Allí me parto con los artículos de Quim Monzó o me siento más próximo a la gente con los de Lucía Etxeberría o Ángeles Caso. Colecciono suplementos.

El de esta semana casi me corta algo más que la respiración. Lady Gaga, esa mezcla entre Madonna y Marilyn Manson, era portada de la revista. Su apellido me recuerda una canción de Queen, un poema dadá y una de esas bagatelas que con el paso de los años se revaloriza a falta de algo mejor.

Uno se pregunta inevitablemente si esta cantante es tan famosa como para dedicarle un reportaje de cuatro páginas. A la pobre Ana Torroja, esa chica del Hoy no me puedo levantar, le concedieron una página el otro día. Claro, está ya cascadita. Si es que la vida en pareja y la maternidad son un asco. Lo que vende es la carne fresca, no la piel arrugada.

Dicen al final del artículo que Lady Gaga ha venido para quedarse. Pues habrá que irse.

miércoles, 9 de marzo de 2011

COCA-COLA























Antes de comenzar el taller de jabones, le advertí que sólo disponía de algo de dinero para tomar un refresco mientras él se divertía, de modo que no era posible montar luego en el castillo hinchable.
Nunca tomé aquel refresco, pues el bar anexo al taller estaba abarrotado de padres bebiendo coca-colas.
Al llegar a casa, Alfonso alabó misteriosamente las cualidades del castillo hinchable y, en un momento dado, me preguntó con cara de circunstancias cuánto valía una coca-cola. Lo detuve camino de su hucha. Pensaba pagarme el supuesto sacrificio de haber estado sediento toda la tarde. Lo saqué de su error e insistió en darme el euro que me había gastado.
No fue fácil convencerlo de que no me debía nada. Bueno, quizás otra tarde juntos.


miércoles, 2 de marzo de 2011

NETWRITERS

Hace pocos días, concretamente el 20 de febrero, algunos escritores botaban el trasatlántico Netwriters, una zona de encuentro para amantes de la palabra en todo el mundo. Y fíjense que no digo escritores, sino amantes de la palabra, pues una buena amiga me expresó sus dudas de si le estaría permitido participar en tan selecto club. Quede claro, por tanto, que las puertas de Netwriters están abiertas a cualquier persona interesada por la cultura, sea escritor profesional o novel, poeta famoso o maldito, editor loco o cuerdo.

Uno de los fundadores de Netwriters, Emilio Porta, me pedía permiso hará un mes para colgar un texto mío en la maratón literaria que inauguraría el trasatlántico. Acepté encantado su invitación, aconsejándole que escogiera algo que me representara. Con gran sorpresa por mi parte, descubrí El mosquito junto a relatos de Soledad Puértolas o Maribel Romero. Me siento chico entre tanto gigante, pero es un honor poder decir: I was there.

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