martes, 28 de junio de 2016

LEER ANTES DE MORIR
























Supongo que alguna vez te habrás encontrado la típica lista de libros que uno no puede dejar de leer antes de morir. La mayoría —lo confieso abiertamente— no los he leído ni pienso tomarme la molestia. José Payá Beltrán aún no figura entre los elegidos, y uno no puede dejar de asombrarse porque cada vez escribe mejor.

Su última novela, Morirás muchas veces (Aguaclara, 2016), es ejemplo de este buen hacer. Ya desde el título sugiere lo complicado que resulta para cualquier artista abrirse camino. También anuncia dos profesiones en apariencia opuestas —la de asesino y la de actor— que se fundirán a lo largo del libro.

Un terrible malentendido hace que Enrique Ruiz sea confundido con un asesino a sueldo en la estación de tren de Alicante. Cuando el «actor de medio pelo» comprende dónde se ha metido, ya es demasiado tarde: está trabajando para una organización criminal que opera en la sombra y ha sido contratado para quitar a alguien de en medio.

Este es el punto de partida de una novela policiaca donde no interesa descubrir al asesino, sino más bien evitar que el asesino encuentre a su próxima víctima. La obra consta de cuarenta capítulos de extensión breve repartidos en cuatro partes bien diferenciadas: «Ellos», «Reykiavik, 1972», «El camino» y «Iabdú (Jordania), 2008». Para mi gusto, el interés decae cuando se narra la lucha entre Fischer y Spasski por el campeonato mundial de ajedrez del 72. El resto de partes mantiene un suspense in crescendo gracias al hábil manejo de ese estilo fragmentario que ya pudimos observar en Puzle de sangre (Aguaclara, 2012).

No se puede decir que Morirás muchas veces sea una novela alegre. De hecho, no queda ni pizca del humor tarantiniano de Puzle de sangre. No obstante, José Payá ironiza constantemente a propósito de la realidad vacua que nos ha tocado vivir: «¿El motivo de la huelga? No era difícil imaginarlo: se morían por cobrar menos y trabajar más horas, como todo el mundo».

Enrique Ruiz no es el primer personaje del escritor biarense que detesta la lectura. En cambio, como buen amante del cine, critica la inocencia de la que hacen gala los personajes de las películas modernas, los cuales nunca se refieren a otras películas o series de televisión. Ignoro si Superdetective en Hollywood se considera cine clásico o contemporáneo, pero uno de los policías de Beverly Hills cita la famosa secuencia de Dos hombres y un destino en la que Butch Cassidy y Sundance Kid están sitiados por el ejército mexicano.

Otros personajes se dan cita en Morirás muchas veces. Quizá el más inquietante sea Gadea. El comisario Aldana remite al inspector Duarte con su vicio de fumar en lugares públicos. Todos y cada uno de ellos harán las delicias de quienes desobedecemos sistemáticamente las listas, tan arbitrarias como incompletas.

8 comentarios:

  1. El título es muy impactante, desde luego, y por lo que cuentas seguro que me gustará. La tendré en cuenta para añadirla a mí lista particular.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El título es tan impactante como lo de dentro. No apto para cardíacos.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Ya sólo con el título, me entra el cosquilleo de la curiosidad. Lo añadiré a mi lista de "libros para leer antes de morir".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos los libros que leemos son antes de morir, de otro modo seríamos muertos que reviven con la lectura.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Disfruté mucho con Puzle de sangre. Me encantará descubrir este otro registro, menos humorístico, pero irónico y feroz, por lo que cuentas.
    Mucha suerte a José Payá y gracia a ti por traernos siempre buena literatura.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una novela que, al margen de la trama principal, contiene un montón de comentarios ingeniosos puestos en boca del protagonista. Algo que no permite el cuento por su brevedad.

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Jose, gracias por echar de nuevo semillas al campo del vecino José Payá. No sé si antes de morir podré leer todos los libros del listado.

    Una matización. Me gustan tus reseñas por peculiares, porque tienen tus señas de identidad. Sin embargo de la mayoría de ellas yo quitaría tus apreciaciones en negativo. En esta, por ejemplo, a mí como una candidata a ser próxima lectora de esta obra, me es intrascendente en qué momento decae tu interés por la misma-acaso a otro lector le pueda resultar como una ralentización necesaria del ritmo- y sin embargo ese pequeño detalle empaña la reseña. No hace falta mentir. Se puede omitir. Esas matizaciones se las puedes hacer en privado al autor, sobre todo si sabes que lo va a agradecer para analizarlo y seguir mejorando.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco tu opinión, Alicia. Cuando escribo una reseña, trato de transmitir una experiencia de lectura. Hay tantas como lectores. Nunca escribo reseñas para poner verde al autor, pero tampoco creo que sea útil alabarle todo el rato. No existen los libros perfectos.

      Un abrazo.

      Eliminar

Entradas populares

Vistas de página en total