Fue a
casa para que le lavara la ropa y, de paso, soltara algo de pasta, pero su
madre dijo: «No, Cataluña, ya eres independiente».
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Hemos perdido la capacidad de no hacer nada y de deleitarnos con la simple observación. Las vacaciones se han convertido en un estresante pe...
-
No sé qué pensaría Ramón Gómez de la Serna si levantara la cabeza. La vida es una señora tan aburrida que necesitamos el perfume de la imagi...
-
Hay gente con la que la vida se ensaña, gente que no tiene una mala racha sino una continua sucesión de tormentas. Casi siempre esa gente se...
Nunca he sabido qué diferencia a un valiente de un suicida. Huumm
ResponderEliminarYo sí : la inteligencia
EliminarUna vez te prometí, Esther, que publicaría este micro. He cumplido.
EliminarUn abrazo.
Muy agudo, Clemente.
EliminarEl precio de la libertad :)
ResponderEliminarGran alegoría.
Un abrazo.
Es un precio muy alto, que, esperemos, no haya que pagar.
EliminarUn abrazo.
Irónico e inteligente.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe.
EliminarEs lo que tiene ser independiente, que se es con todas las consecuencias, sin recurrir a mamá. Buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este es un caso peculiar, pues no hay por qué elegir entre irse de casa o quedarse. Se pueden tener los dos mundos.
EliminarUn abrazo.
Si se sabe convivir, claro.
Eliminar