Paseando una mañana, encuentro un montón de literatura en una vieja maleta. Está rota y tirada en la calle. «Alguien debe de haber organizado una orgía de liberar libros», pienso. Empiezo a revisarlos con la intención de llevarme alguno a casa. Al final, con ayuda de mis hijos, nos los llevamos todos. Un vecino sale apresuradamente de un portal, chocamos y varios libros que transporta en una bolsa de basura caen al suelo, entre ellos una edición preciosa de la Biblia. Juraría que el tipo enrojece de vergüenza mientras farfulla una disculpa. «Yo también sé lo que es vivir frente a una iglesia», digo ayudándole a recogerlos.
miércoles, 6 de mayo de 2015
LOS ABANDONADOS
Paseando una mañana, encuentro un montón de literatura en una vieja maleta. Está rota y tirada en la calle. «Alguien debe de haber organizado una orgía de liberar libros», pienso. Empiezo a revisarlos con la intención de llevarme alguno a casa. Al final, con ayuda de mis hijos, nos los llevamos todos. Un vecino sale apresuradamente de un portal, chocamos y varios libros que transporta en una bolsa de basura caen al suelo, entre ellos una edición preciosa de la Biblia. Juraría que el tipo enrojece de vergüenza mientras farfulla una disculpa. «Yo también sé lo que es vivir frente a una iglesia», digo ayudándole a recogerlos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Cierta amiga me dijo que El antropoide (Candaya, 2021) le había parecido pornográfico. Aquel comentario, sin duda, espoleó mi curiosidad co...
-
La noche cayó de repente como una negra riada. Los garajes fueron ratoneras; las calles, alfareras. La ayuda llegó tan tarde que Halloween t...
-
Habíamos convenido una señal para cuando mi amigo José Luis fuera pasto de gusanos. Una colleja si Dios existía. Dos si no había nada. No he...
"Las cosas del suelo no se cogen" -le decían a Jaimito.
ResponderEliminarSin ser fetichista, me gustan los libros de papel, por eso, no entiendo que los tiren a la basura antes de intentar buscarles una segunda vida útil.
Una vez encontré un libro "liberado" en una playa urbana, sus hojas al viento intentaban romper las cadenas negras de esas palabras que alguien había despreciado -quién sabe si con razón-; entonces descubrí el ansia de volver a los orígenes.
Y ahora que lo pienso..., entiendo el dilema de los amantes de la lectura: un libro de papel es, hasta el fin de sus días, puro romanticismo, en cambio, adónde van los ebook, los ibook, los flippingbook. ¡Ahí te lo dejo :-!
Un abrazo.
Me parece menos cruel la liberación de libros en masa que la de un ejemplar solo. En cualquier caso, me resulta imposible tirar uno solo de ellos a la basura, salvo que lo odie mucho.
EliminarUn abrazo.
Todo sería mucho más fácil si las bibliotecas facilitasen el proceso de salvar esos libros y les harían pasar a formar parte de su patrimonio. Bueno, pues con instancia hay que actuar y hasta te pueden contestar que no lo admiten. En fin. Acaso la clave esté en la palabra reutilizar, darles la oportunidad de otras muchas vidas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo entiendo que las bibliotecas rechacen ciertas donaciones. Algunos usuarios no son conscientes de que el libro de la educación sexual de hace treinta años se ha quedado obsoleto.
EliminarUn abrazo.
Si yo me encuentro una vieja maleta llena de libros me voy a mi casa dando saltos. Creo que pocos regalos me gustarían más. Que los tiren, que los tiren, que ya llegarán a las manos adecuadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí me ocurre lo mismo, y por ese motivo tengo la biblioteca de mi casa a punto de reventar. Voy a tener que ir pensando en llenar una maleta. ¿Te apetece un intercambio?
EliminarUn abrazo.