Sólo quería invitaros a té moruno. Sé que el calor aún aprieta, pero la menta es refrescante.
Me temo, sin embargo, que lo del harén no va a ser posible. A mi mujer no le excita.
Hasta la vista.
Mis amigos dicen que me dedico a vivir del cuento. No he escrito ninguna novela porque me parece un género poco comercial.
Hasta la vuelta compañero. Que seas intensamente feliz. Yo gozaré en el despacho con boletines y correos electrónicos mientras alzas el vuelo.
ResponderEliminarEn tu ausencia, escucharé algo más de Bunbury. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Besos.
Que te sea leve, Alicia.
ResponderEliminarTe recomiendo el último disco: Las consecuencias.
Un abrazo.
Buen viaje; disfrútalo.
ResponderEliminarYa estarás allende los mares. Espero que disfrutéis mucho del viaje de novios. Y no me seas pilingui jajaja.
ResponderEliminarBesos.
p.d. lo de escuchar al Bunbury, no estoy preparada jajaja
Felices vacaciones compañero. Que disfrutes del viaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
José Antonio, el título de la entrada no me gusta. Adiós no, hasta luego, hasta pronto, hasta la vuelta...Disfruta de las vacaciones siempre merecidas. Y pide que al té con menta le añadan unos piñones.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Me gusta mucho esa canción, pero una cosa te voy a decir: queremos una crónica detallada cuando vuelvas... ¡Qué envidia me das!
ResponderEliminarHola amigos,
ResponderEliminarAcabo de volver de Marrakech y estoy en esa fase en la que te sientes un extranjero en tu propio país.
Estoy preparando la crónica, que me llevará unos días.
Un abrazo a todos/as.
Bienvenido Jose Antonio, estaremos a la espera de la edición de las experiencias del viaje.
ResponderEliminarUn abrazo
Me estoy empleando a fondo, Alicia, aunque no dejará de ser un texto breve. No me gusta agobiar con demasiados detalles.
ResponderEliminarLo que no os podré ofrecer son fotos. Nos robaron la cámara. Espero poder suplirlo con mi pobre lenguaje.
Un abrazo.
José Antonio, bienvenido.
ResponderEliminarQué suerte Marrakech. Hermosa ciudad con rincones maravillosos, el color rojo de su medina, su plaza...su maravillosa plaza. Estoy deseando leer la crónica, es una ciudad que me entusiasmó a pesar de que a mi también me robaron el primer día. Y eso que estábamos avisados.
Feliz regreso, te echábamos de menos.
Besos y abrazos
Hola Mari Carmen,
ResponderEliminarVaya, pues me consuela bastante el saber que no he sido el único turista al que le han mangado en Marrakech. Pese a ello, ha sido un viaje lleno de perfumes y sabores. Tanto que mi ciudad me parece ahora insípida.
Un abrazo y yo también os echaba de menos.