Pasar un día en Valencia siempre apetece, pues supone salir del armario levantino para embriagarse con los aires de esta ciudad cosmopolita, repleta de tiendas originales y, sobre todo, de librerías.
La presentación estaba programada para las seis de la tarde. Alrededor de las cinco y cuarto mi mujer y yo nos dejamos caer por el bar Apoquetanit, donde había quedado con Alexander. El autor estaba arropado por su familia y colegas. Charlamos largo y tendido, pues no abrieron el local hasta las seis menos diez. Me encantaron sus uñas oscuras.
Uno de los detalles que peor me sentaron fue que la responsable del bar no invitara al autor ni siquiera a un agua. Es una pena. El bar Apoquetanit se asemeja a una garganta que termina en una cueva rodeada de espejos, muy rollo Beatles. Allí tuvo lugar el encuentro, que se desarrolló de forma muy distendida. La autora de la ilustración de portada, Ánima Eterna, puso el toque gótico a la velada.
Dios de la traición es una novela fantástica que trata sobre un dios arrogante que se rebela contra el orden establecido, persiguiendo el poder a toda costa y sin importarle quién pisotea a su paso. ¿Les suena? Casualidad o no, se diría que refleja la corrupción en las altas esferas de la vida pública española.
Interesante, Jose, tanto tu experiencia en Valencia como el argumento del libro (le perdonaremos la vida a la responsable del bar, que hay mucha crisis).
ResponderEliminarLe deseo suerte a Alexander Dark.
Un abrazo.
Jose, voy a la canción. Me gusta mucho. Por un momento me han venido a la mente los de La Unión. Además, acaso no sepas que Raphael la versionó once años después de que Héroes la lanzara.
ResponderEliminarRespecto a la crónica, gracias por aproximarnos a tu estilo esta novedad. Le deseo muchos cómplices en la lectura a Dark.
Sin pretenderlo igual has abierto un debate en lo de quien ha de pagar una consumición puntual ja,ja,ja. Acaso el que más ingresos o situación más acomodada tenga. Tristemente creo que estamos entrando en unos tiempos en los que ya no va a valer hablar de solidaridad. Unos con dinero y otros con gestos tendremos que apechugar con los de nuestro alrededor hasta que aclare el panorama.
Un abrazo.
Ostras, Maribel, pero es que un agüita no cuesta nada y quedas de puta madre. En fin, habrá que venir bebido de casa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que menciones la canción, Alicia, pues me ha costado encontrar el video un cojón de pato. Conozco otras músicas más oscuras, pero nada que refleje tan bien el carácter orgulloso de Darksoul, el dios protagonista de esta novela.
ResponderEliminarLa versión de Raphael me pareció sinceramente olvidable.
Un abrazo.