El pasado mes de marzo me dejé ver más de lo que suele ser habitual en un tipo escurridizo como yo. Ya sabéis: el lobo tira al monte. Nada menos que cuatro presentaciones ocuparon mi tiempo, tres para Atlantis y una de mi último libro.
El tren de los muertos, de Panchi Caballero, fue la primera parada de este viaje apasionante que es la literatura. La presentación tuvo lugar el 23 de marzo en el salón de actos del Museo de San Javier (Murcia). Parecía que Lady Gaga hubiera convocado una rueda de prensa. Tal era el gentío, entre público, fotógrafos y medios de comunicación. Nadie quería perderse la intervención de Panchi, que se metió al auditorio en el bolsillo sin discursos, con cuatro palabras sentidas. Por mi parte, creo que lo mejor de esta novela policíaca son sus protagonistas, unos jubilados con unas ganas de vivir a prueba de bombas. Ya era hora que un escritor rescatara del olvido a nuestros mayores.
Juicios paralelos, de Luis Pérez Puig, nos llevó al día siguiente a la localidad valenciana de Carcaixent. Esta presentación fue muy especial no sólo por el marco en el que se llevó a cabo, el misterioso Auditorio de las Dominicas, sino sobre todo por la cercanía que demostraron Luis y su familia hacia nosotros. Estas buenas vibraciones quedaron reflejadas en el acto, donde, ante más de un centenar de personas, Luis sacó a relucir esa gracia inherente que tienen los valencianos. En mi opinión, una novela perfectamente ensamblada que se lee sin aliento porque destila autenticidad por los cuatro costados.
El 27 de marzo presenté VAREANDO NUBES en la Once de Alicante. De todo lo que ocurrió allí me quedo con los aplausos que arrancó "Ojos de pez", el relato protagonizado por John, un adolescente ciego con un lenguaje superior a los chavales de su edad y un optimismo incombustible. También me enteré de que existen revistas porno en braille, dato que no conocía. “Cachivaches”, “La redacción” o “Cadáver revive” fueron cuentos también muy celebrados, lo cual demuestra que no existen géneros pequeños ni grandes, escritores noveles o consagrados, sólo historias que consiguen emocionar. Gracias, como siempre, a Antonio Díaz Palao.
Después de tanto ir de aquí para allá me preguntaba sin cesar: ¿Dónde estás Beckie Lou? No, no me había vuelto loco. Es la última novela de Salva Correcher, que presentamos en el Kaf Café de Valencia el 30 de marzo. Coincidí con el autor en aquellas palabras de Gabriel Miró: «La literatura te puede llegar a dar tanto que pedirle dinero resultaría obsceno». Es el sueño imposible lo que atrae.
Pues sí que te has dejado ver, ya lo creo, nos falta verte en algún plató de televisión.
ResponderEliminarMe encanta tanta actividad, sobre todo porque es literaria. Fíjate que cuando supe que ibas a la Once pensé si leerías "Ojos de pez". Me alegro de que fuera tan celebrado, y en general de todos tus movimientos.
Un abrazo.
Jose, me alegro que no sea tan cierto lo de que el lobo tira al monte. Acuérdate eso de que "El que con lobos anda, a ahullar aprende" y si te vas al monte nada nos enseñas ja,ja,ja. Me he fijado que algún viaje al monte, o acaso vareando nubes frías, se te han quedado pegados en el jersey algún copo de nieve.
ResponderEliminarRespecto a la canción de Miliki, "El barquito de nuez", me has vuelto a despirtar al no insertar la versión de Bunbury.
Un abrazo.
Un abrazo.
No has parado nada de nada el mes pasado, pero seguro que pasaste buenos ratos :D
ResponderEliminarLa televisión, Maribel, son palabras mayores para un tipo como yo, amante de la paz de mi ático, sólo perturbada por las campanas de un cura c...
ResponderEliminarAl principio se temió que "Ojos de pez" sentara mal a algún ciego, incluso se me aconsejó que no lo leyera. Sin embargo, a última hora casi me obligaron a leer el cuento. Está siendo un libro lleno de anécdotas.
Un abrazo.
Qué observadora, Alicia, con lo de los copos de nieve. Pues te puedo asegurar que ese día hacía un calor insoportable y el jersey me estorbaba más que otra cosa.
ResponderEliminarEn cuanto a la canción, es la versión original que hizo Bunbury para Los Chulis. Y sobre los lobos: aunque la gente no me disgusta, lo mío es la libertad de la estepa.
Un abrazo.
Pasé unos ratos estupendos, MaryLin, haciendo lo que más me gusta: divulgar la literatura. Conocí a escritores que el día de mañana darán que hablar. ¿Se puede pedir más?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí que te has movido, Jose Antonio, de lo cual que me alegro porque eso significa que estás abriéndote camino. Sé lo que la Literatura significa para ti y disfruto viéndote crecer.
ResponderEliminarTodas las presentaciones, cuando son propias, son emocionantes, pero seguro que la de la ONCE caló hondo.
Me quedo con esta frase que debería ser una acepción de la palabra Literatura: “no existen géneros pequeños ni grandes, escritores noveles o consagrados, sólo historias que consiguen emocionar.” Da igual quién escriba, si un texto no emociona, no hay historia.
Felicidades y gracias por compartir tus idas y venidas.
Besos y un fuerte abrazo.
Mari Carmen, me cabrea enormemente que se nombre sólo a unos pocos escritores cuando hay tantos y tan buenos, pero que pasan desapercibidos porque a la gente le cuesta probar cosas nuevas...
ResponderEliminarAdemás, odio el término "escritor consagrado". Para mí eso es un escritor muerto.
Un abrazo.