—Te
dije que no viéramos esa peli de terror, que iba a darte miedo.
—Papá, eres tú el que has venido a
mi cama.
—Ya, hijo, pero tú me has llamado.
—Yo no, mi amigo invisible.
Mis amigos dicen que me dedico a vivir del cuento. No he escrito ninguna novela porque me parece un género poco comercial.
Buenísimooooooooooooooooooo! Me encanta, Lobo.
ResponderEliminarDeberías participar en el concurso de microrrelatos de Gigantes de Liliput, es más que evidente que dominas el género a la perfección.
Un abrazo
Eso dice mi hija, Laura, que soy un gigante. Desgraciadamente, a ella se le ocurren mejores ideas que a mí.
EliminarUn abrazo.
De acuerdo con Laura, por completo.
ResponderEliminarConsigues contar mucho con unas pocas frases y además haces "ambiente"
Un abrazo, José Antonio.
Gracias, María, supongo que de eso se trata en un micro: de crear el caldo de cultivo para que se dispare la imaginación.
EliminarUn abrazo.
Es genial. Directo al rincón oscuro donde se esconde el miedo.
ResponderEliminarNo hay que irse muy lejos: el miedo surge de lo más cotidiano. Gracias, Esther.
EliminarUn abrazo.
Qué miedo me dan los amigos invisibles. La peli de terror es un chiste al lado de esa llamada a medianoche. Glups.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te cuento un secreto si no se lo dices a nadie: basado en hechos reales.
EliminarUn abrazo.
Ya me lo imaginaba, lo cual resulta mucho más terrorífico. Glups y glups.
EliminarOtro abrazo.
Basado en hechos reales no significa que no haya podido mentir un poco.
EliminarOtro abrazo más.
Jose, me has transportado a mi niñez, cuando en la matinal solían dar películas de indios y vaqueros. A mi hermano mayor le gustaban pero la imagen que a mí me quedó en la retina, porque aconteció mas de una vez, fue la de mi padre conmigo afuera del cine esperando que saliese mi hermano. De veras, qué angutia. Creo que desde entonces lo que más me gustan son las comedias. Para tragedias, la vida misma se presta, de vez en cuando, a mostrarlas.
ResponderEliminarVamos, que si uno de los objetivos de un escritor es transportar al lector hacia una emoción, con este pequeño gran texto lo has conseguido.
Un abrazo.
Pues si te ha emocionado, Alicia, aunque haya sido terroríficamente, misión cumplida.
EliminarNo entiendo la angustia de esperar a tu hermano a la salida del cine. ¿Tardaba mucho o qué? ¿No esperaríais la hora y media de película?
Un abrazo.
¡¡Inquietante!! Por cierto, José, he hablado con Manolo y está dispuesto a hacerse cargo del encargo encargado por el encargador.
ResponderEliminarEs genial que Manolo se quiera involucrar en el proyecto. En cuanto esté la cosa lista le avisamos para charlar.
EliminarUn abrazo.
Jose, creo que o no me he explicado o no me has entendido.
ResponderEliminarMientras mi madre se quedaba en casa con el bebé de la familia, mi padre acostumbraba a llevarnos al cine a mi hermano mayor y a mí. En las de indios y vaqueros, cuando todos sacaban las armas, o la cosa se ponía fea, yo me agobiaba y mi padre se salía conmigo del cine. A eso me refería cuando dije que esta entrada del miedo merecordó a cuando esperabamos a mi hermano afuera del cine.
Un abrazo.
En cambio yo, padre desnaturalizado donde los haya, les pongo pelis de terror a mis hijos. Ellos aguantan como jabatos y luego no duermen por las noches. A partir de ahora sólo Mary Poppins.
EliminarUn abrazo.