De mi época universitaria recuerdo el tostón que suponía aguantar no ya a los escritores sino a sus críticos. Leíamos tanta crítica literaria que no me daba tiempo a saborear las obras originales. Llegué incluso a desengancharme de la lectura como diversión.
Hubo un profesor de la carrera, uno solo, que me enseñó a amar el cine y el teatro en relación con los libros. Era un oasis. Ya no recuerdo la letra, pero no he olvidado la música de su asignatura.
Con los años, la lectura de un libro de cuentos o una novela me ha evocado una determinada canción o el fragmento de una película. Y lo he utilizado en mis críticas literarias, escritas con más empeño que sabiduría. Algunas de las más leídas del 2012 han sido El anticristo, Pequeños detalles y Canalla sentimental. También brillaron El cruel adiós y Enredados.
La literatura se enriquece de otras indisciplinas artísticas. A día de hoy, les digo a mis profesores de entonces: un libro que no se escribe desde la emoción no merece la pena leerlo, y una crítica que no transmite emociones, además de conocimientos, no merece la pena escribirla.
Tuvimos en España un escritor, actor, guionista, director de cine y de teatro que en en cierta ocasión dijo repecto a determinados críticos "que no son más que niños, los cuales solo saben hacer caca por la boca".
ResponderEliminarAmén. Fdo: Fernando Fernán Gómez
Afortunadamente, primo, he tenido maestros que me han enseñado a no hacer crítica sobre un libro que no me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues totalmente de acuerdo, Jose, son las emociones las que mueven el mundo. Y la buena música las acompaña.
ResponderEliminarUn abrazo.
En eso estamos, Maribel, en transmitir en la medida de lo posible, y echándole imaginación, la magia de la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
En literaratura y demás "indisciplinas" artísticas, la transmisión es más directa y auténtica por la vía de la emoción que por la de la razón, tan veleta y torpe a veces.
ResponderEliminarUn abrazo, José Antonio.
Cuando escribo un artículo o un cuento, María, en primera instancia me dejo llevar por la pasión, después le añado pasión y finalmente le aplico el puñetero microscopio de la mente.
ResponderEliminarSe quedan cosas chulas en el tintero por las cuales me ahorcarían.
Un abrazo.
“Un libro que no se escribe desde la emoción no merece la pena leerlo, y una crítica que no transmite emociones, además de conocimientos, no merece la pena escribirla.”
ResponderEliminarUn pensamiento que debería ir incluido en cualquier decálogo de cómo y porqué ser escritor. Sabes, José Antonio, que me gustan tus críticas, precisamente por el aporte visual y sonoro que provocan tus referencias al cine. La Literatura es fusión, como también lo debe ser la vida… Crítico, sí, pero de loco nada.
Besos y abrazos.
Quizá soy joven, Mari Carmen, y me sobra ímpetu, pero la contención no ha sido nunca una de mis virtudes. Gracias por incluirme en ese decálogo imaginario, o quizá delócogo, para ser escritor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose, en nuestra vida hay muchas bandas, acaso la que más fácil sea de identificar sea la sonora porque en ella confluyen melodias,letras, historias, películas, momentos...
ResponderEliminarMe quedo pensando ese último parrafo de tu entrada. Lo veo muy contundente. Acaso excluyente.
Un abrazo.
me ha gustado eso de que la vida tiene banda sonora.
ResponderEliminarchapeau por tu profesor y por esa simbiosis entre distintas disciplinas.
un besote con música :D
Bueno, Alicia, yo soy de devorar todo lo que cae en mis manos. Ahora bien, no hay vida suficiente para leerlo todo, de manera que si tengo que elegir prefiero un libro que me emocione, ya sea porque me produzca ternura, angustia o erotismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, MaryLin, mi profesor de Teatro del Siglo XX sigue por ahí dando vueltas y desde aquí le mando un cariñoso saludo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose, en tu último parrafo que yo me quedé pensando, entendí que hablabas del emisor- del que escribe o hace la crítica con emoción o no-. Mi respuesta fue acorde a ello porque entendía, y entiendo, que el receptor es libre de encontrar emoción-o no-donde el emisor la puso-o no-. Bien sabemos que las mismas ideas sobre cada emoción varían de persona en persona.
ResponderEliminarPor lo demás, comparto totalmente contigo que en todos los ámbitos prefiero aquello que me llegue a emocionar.
Un abrazo.
Pues ya que lo mencionas, Alicia, a veces leo críticas que son auténticos torros, que hablan sobre la técnica del autor y todo eso, pero apenas dejan traslucir la emoción que les ha provocado la lectura.
ResponderEliminarComo escritor, opino que la perfección técnica no hace a la obra literaria. Eso no significa que no haya que aprender y formarse.
Un abrazo.
Hola que tal, mi nombre es Vania y soy webmaster de algunos blogs... me gusta mucho tu blog y quería pedirte permiso para enlazarte a mis blogs, Así mis usuarios podrán conocer acerca de lo que escribes.
ResponderEliminarsi estás interesado o te agrada la idea, contáctame a ariadna143@gmail.com para acordar el título para tu enlace. Y si no fuera mucha molestia, me puedes agregar tu también una de mis webs. Espero tu pronta respuesta y sigue adelante con tu blog.
Vania
ariadna143@gmail.com
Encantado, Vania, de poder conectar con el máximo número de lectores posible.
ResponderEliminarUn saludo.