“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”, sentenciaba Bécquer en una de sus Rimas más famosas.
Con la sencillez que caracterizaba a los versos de Bécquer, Emilio Porta ratifica en Corales (Asociación de Escritores y Artistas Españoles, 2010) que la poesía es eterna.
Sirviéndose del coral, un ser vivo a caballo entre lo animal y lo mineral, establece comparaciones nada anecdóticas entre la poesía y la vida humana.
Para empezar, nosotros vivimos sujetos al calendario; la poesía representa una libertad desconocida para el ser humano. El solo atisbo de la misma hace que nos sintamos esclavos.
La poesía es la base de la vida. Sin ella, nos faltaría ese asombro y esperanza que nos salvan del absurdo de existir.
Por último, la poesía pasa desapercibida: “No por ocultos / menos existentes. / Ni por callados / menos sabios.” He aquí una crítica a la sociedad de consumo, en la que aquello que no sale por televisión no existe.
En conclusión, un poeta que demuestra cuán importante es la palabra para compartir sensaciones que, de otro modo, se quedarían en forma de corales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Cierta amiga me dijo que El antropoide (Candaya, 2021) le había parecido pornográfico. Aquel comentario, sin duda, espoleó mi curiosidad co...
-
La noche cayó de repente como una negra riada. Los garajes fueron ratoneras; las calles, alfareras. La ayuda llegó tan tarde que Halloween t...
-
Habíamos convenido una señal para cuando mi amigo José Luis fuera pasto de gusanos. Una colleja si Dios existía. Dos si no había nada. No he...
José Antonio te atreves con todo. Muy buen artículo sobre el poemario Corales. Yo lo disfruté este verano pero me sentiría incapaz de reflejar mis sensaciones con la claridad, calidad y calidez de tu texto.
ResponderEliminar"No sabemos cual es su pensamiento.
¿No sienten porque no acarician?"
Bona nit.
Un abrazo.
Querido Jose Antonio...Hoy he llegado tarde después de una jornada de trabajo agotadora...y me he encontrado con una maravillosa sorpresa: tus palabras. Qué bonita reseña, que precisión y exactitud en la observación en lo dicho por un gran narrador, un magnífico escritor, tú, que demuestra que los géneros se complementan y que la palabra es, ante todo, un elemento de señalamiento y de significado. Me ha parecido una entrada maravillosa para mí...y espero que bonita para todos. Maribel, con su comentario, se ha adelantado a la expresión de mis sensaciones y también le agradezco, como a tí, la selección de dos versos muy significativos del libro. Yo veo a Corales como una obra de reflexión, de pensamiento, no meramente lírica. Y mi sorpresa, espléndida sorpresa para mis intenciones, es que vosotros la veís así también.
ResponderEliminarEs maravilloso ver, sentir, como los compañeros de creación y escritura se unen en la esencia, no sólo del afecto, sino también del paisaje dibujado con las letras.
Muchas gracias, Jose Antonio. Profundas y sinceras gracias.
Qué puedo decir sobre “Corales” que no hay dicho ya, excepto que quizás sean los corales más vivos que he visto nunca. He leído varias veces el libro y siempre me sorprende con algún matiz nuevo. Será que las corrientes marinas se encargan de arrancarles algún alga que se les ha adherido...como el mar y la vida están en continuo movimiento.
ResponderEliminarY ahora silencio, sólo debo acompañaros en esta interesante crónica. Y luego decís que no sois de poesía...me gusta como la lees y como la desentrañas y lo más importante, al autor también.
Besos y abrazos para los dos.
José Antonio, buena síntesis de tu lectura de “Corales”, antesala a un gran arrecife que sirve de escenario al gran teatro del mundo.
ResponderEliminarEsas calles
dónde el mar
conserva su memoria
En ese mundo rescatado de la profundidad del mar, y usado como excusa para sumergirse en la profundidad del ser humano, el constante juego de metáforas, comparaciones y demás figuras literarias son pistas que Emilio nos va dejando para dirigirnos hacia esos caminos de introspección interior.
Esos caminos
dónde el poeta
evoca la vida
Un abrazo.
Gracias Maribel,
ResponderEliminarA mí me gusta entenderme y hacerme entender. Creo que, ante todo, he procurado ser sincero.
Good night.
Querido Emilio,
ResponderEliminarGracias a ti, porque me has hecho reflexionar sobre las cosas que realmente importan en la vida.
Y son bien pocas.
Un abrazo.
Mari Carmen,
ResponderEliminarLeyendo a Emilio me he dado cuenta de lo difícil que es escribir poesía. Contar un sentimiento es como diseccionar una gota de rocío.
Un abrazo.
Me alegro, Alicia, de no haberme ido por los cerros de Úbeda. Creo que lo más difícil es encontrar ese estilo sencillo con el que nos asombra Emilio.
ResponderEliminarUn abrazote.
Queridos amigos/as...Me obligais a intervenir de nuevo (Jose, Mari Carmen, Alicia...) porque al abrir de nuevo el blog de Jose Antonio en esta entrada miro...y estais.
ResponderEliminarY qué bonitos son vuestros comentarios...me hacen sentir tan cerca de vosotros. Realmente este libro ya tiene en sus páginas vuestro corazón.
Un abrazo de mar, tierra y aire, que late por fuera también.
Espero Emilio que sigamos en contacto a través de la palabra, ya que no puede ser por medio de la imagen.
ResponderEliminarA mí, en cualquier caso, me queda una gran imagen de ti. Como escritor y persona.
Un abrazo.
FELICIDADES IMAGINO QUE MERECIDAS
ResponderEliminarBienvenido a mi blog, J.G.
ResponderEliminarTe puedo asegurar que, aparte de ser este libro Premio de Poesía "Blas de Otero" 2009, lo he encontrado de escritura limpia e intachable.
Un saludo.