miércoles, 4 de marzo de 2009

UNA DE ZOMBIS


     
     Los profesores de todos los colegios se han convertido en criaturas perezosas cuyos quejidos lastimeros hielan la sangre al más pintado. Algunos alumnos están tan hartos que, por no oírlos, han decidido estudiar para los exámenes.
     Pero ni siquiera así están contentos. Se quejan todo el tiempo de que tienen que leer más.
     Empezaron a cambiar tras un lamentable error en el sistema informático que controla los presupuestos del estado. De golpe, decidió subirles el sueldo y prolongarles las vacaciones.
     Al principio, reinventaron todas y cada una de las formas de odiar a muerte su puesto de trabajo: se madruga mucho, los críos no estudian, la mujer de la limpieza es repulsiva, la tiza mancha...
     Luego se impuso la triple moda. Los libros están claros, ¿para qué explicar? Los chavales no hacen los deberes, ¿para qué corregir? Cuatro con noventa y nueve: la próxima vez estudia más, muchacho.
     Los directores no fueron ajenos a este descontrol y reunieron al personal con carácter de urgencia. No se hizo nada. Cuando hay un zángano, se le echa a la calle. Cuando todos zanganean, ¿quién tiene el valor de hacer limpieza?
     La señora de la limpieza, cuyo hijo estudia oposiciones, lo tiene claro. Para ella son una plaga. Y las plagas hay que erradicarlas. No, no se trata de hacer una masacre. Se trata de forzar una baja indefinida que muchos están deseando. Baja por depresión, eso es. Depresión por exceso de trabajo. Pero ¿cómo?
     Su cerebro maquiavélico necesitó un solo mes para organizarlo todo. Tenía una amiga que tenía otra que trabajaba en el sindicato. No lo hacía sólo por su hijo. Por primera vez en su vida no se sentía un trapo. Además, odiaba a esos malditos zombis.
     Última hora de la tarde. Han llovido solicitudes de baja por enfermedad en la mesa del director de cada colegio. Las mujeres de la limpieza se han declarado en huelga indefinida. Piden lo mismo que todo el mundo: trabajar menos y cobrar más. Como consecuencia, los directores han planteado una solución de emergencia a la creciente basura que se acumula en los centros. Después de las clases... todo el personal, incluidos ellos, debe colaborar.
     Primera hora de la mañana. La Consejería de Educación ha visto sospechosa tanta baja por enfermedad y ha comenzado a rescindir contratos. Las listas de espera de los interinos han disminuido considerablemente. Nadie se ha vuelto a quejar.

El mirador
Atlantis, 2009


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