Uno de los recuerdos más preciados
que tengo de mi hija es que, al recogerla del colegio, debía obsequiarla con un
animal invisible. No importaba que fuera real o fantástico. Invariablemente,
preguntaba por el camino: «¿Qué me traes hoy?». Unicornios, dragones, lobos,
caballitos de mar y un largo etcétera de criaturas inventé ante sus ojos.
Leyendo
Folklore (Baker Street, 2022), ópera
prima de Aitor Díaz, me he dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo: ella ya
es una adolescente de quince años. Sin embargo, conserva ese amor por los
animales y la naturaleza que también destila este libro de cuentos —no en vano,
algunos suceden en bosques—. Por él desfila una colección de seres mitológicos
de la tradición europea y japonesa que hará las delicias de cualquier niño
grande. El hombre lobo, la moura, el troll, la bruja o el golem recorren sus
páginas.
El
cine ha abusado de las metamorfosis en clásicos como Un hombre lobo americano en Londres (John Landis, 1981), de modo
que parece lógico que Aitor Díaz no se extienda en prolijas descripciones.
También ha tenido el acierto de situar a sus personajes en un marco realista y
contemporáneo. Eso hace que empaticemos con sus conflictos porque abordan temas
universales como el amor, la pérdida, la soledad y el miedo. Por todo lo dicho
anteriormente, los cuentos pertenecen al género fantástico y de terror. Si se
me permite la comparación, son unas leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer que
sucedieran en la actualidad.
«Animales
salvajes», el relato que abre el libro, es un ejemplo de la capacidad del autor
para que sus argumentos calen hondo.
En
un mercado artesanal navideño, las hijas de un matrimonio desaparecen sin dejar
rastro. El padre nunca pierde la esperanza de encontrarlas mientras lidia con
unos episodios de sonambulismo que le llevan a despertarse en los lugares más
insospechados. Literalmente, se te encoge el corazón asistiendo al eterno drama
de los desaparecidos.
La
extensión de los relatos, largos en su mayoría, augura la acometida de empresas
de mayor calibre. De hecho, «Alma» se puede calificar sin ambages de novela
corta policíaca. Aunque parezca un tópico, uno siente el deseo de proseguir
leyendo las aventuras de Víctor y Alma, la pizpireta detective bruja. Podrían
dar para una serie de libros como la que tiene por protagonista a Daniel
Villena, el joven estudiante de periodismo dotado de un sexto sentido que nace
de la pluma de Juan Ramón Barat.
Antes
decíamos que el tiempo vuela. Los seres humanos atravesamos sucesivas versiones
de nosotros mismos a lo largo de la existencia. La transformación, por tanto,
es un hecho consustancial a la vida. Leer Folklore
supone aceptar —incluso promover— el cambio. No conozco mejor aliado contra el
espejismo de las cremas antiedad.
Puesto
que nada dura eternamente, debemos tomar decisiones por mucho que nos fastidie.
En cuentos como «Moura» o «El puente», la disyuntiva entre amor y dinero o
entre sacrificio y egoísmo se abre a debate en esta sociedad capitalista. ¿Cuál
será tu elección? Antes disfruta el viaje de la mano de Aitor Díaz. Un
cuentista nato.
HASTA LA VISTA, MIRONES.
¡FELIZ VERANO!