Cómo pasa el tiempo. Casi tres años hace ya que publiqué Trece rosas negras (Tres Columnas, 2018). No he parado de leer, escribir y saborear los sencillos placeres de la vida desde entonces. Me gusta detenerme en la literatura de otros, disfrutar y aprender. Detesto la sobreexposición pública; tengo alma de lobo.
El escritor Jorge Alonso Curiel ha tenido la inmensa amabilidad de dedicarle una reseña que habla por sí sola. Destaco algunas frases:«Escribir es saber elegir»
«Tiene muy presente que al lector nunca hay que aburrirle, que siempre hay que tratarle con respeto, y así su literatura se mueve como pez en el agua en las distancias cortas, (…) consiguiendo hacer las delicias de los lectores inteligentes…»
«Existe una tendencia y un gusto por situarse dentro del género fantástico, (…) pero en su literatura hay mucho más, ya que lo “extraordinario” abarca otros terrenos. Se reconocen (…) una inquietud, una turbiedad y un extrañamiento que recuerdan el surrealismo buñueliano y la literatura del absurdo…»
«Escritor en mayúsculas, escritor lento pero seguro, que no tiene prisa por publicar…»
Si queréis leer la reseña completa, podéis hacerlo en Andares de escritor. Solo me queda agradecer a Jorge Alonso Curiel tanta generosidad. De corazón.