Cómo cuesta
tirar la
ropa vieja,
tan holgada
que nos hace
sentir cómodos.
Qué fácil,
en cambio,
desconfiar,
perder la fe
en las
personas.
Tienes
razón: fallan.
Los zapatos
también
aprietan y no por eso
caminamos
descalzos.
Mis amigos dicen que me dedico a vivir del cuento. No he escrito ninguna novela porque me parece un género poco comercial.
Van Gogh presta sus zapatos a tu poema, algunas personas no saben ponerse en los zapatos de otros y por eso parece que fallan, suelen estar perdidos. Un abrazo
ResponderEliminarQuizá la vida consista en empatizar un poco más y mirarse menos el ombligo.
EliminarUn abrazo.
Y hay quienes tratan a la gente peor que a la ropa vieja, usándolos y tirándolos después sin consideración. Un abrazo
ResponderEliminarHay un cartel por mi ciudad que dice: "Qué grande es hacerse mayor". Más grande es la gratitud hacia nuestros mayores.
EliminarUn abrazo.
Gran reflexión en pocos versos y palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias. Desconfío de lo perfecto; prefiero lo humano.
EliminarUn abrazo.