Mientras observaban el cielo gris por la ventana, un abuelo le preguntó a su nieta qué tiempo le gustaba menos. La niña respondió la lluvia porque no podía ir al parque. Luego le devolvió la pregunta al anciano con inocente retintín. Este contestó, después de carraspear, que el tiempo más horrible era el que pasaba sin hacer nada. Y, tras meditarlo un instante, añadió: «También el que estoy lejos de ti».
Feliz Semana Santa, mirones.
El tiempo versionado. La edad es importante a la hora de valorarlo. Un abrazo
ResponderEliminarLa niña tiene todo el tiempo del mundo y el viejo siente que ya no le queda. Tan diferentes y, sin embargo, tan sinceros.
EliminarUn abrazo.
Los que somos abuelos esa frase ya la hemos dicho.
ResponderEliminarSaludos
A la edad que sea, es estupendo decirles a las personas que queremos que las queremos.
EliminarUn saludo.
El de la soledad no buscada es seguro, el peor de los tiempos. Muy profundo tu planteó. Un abrazo
ResponderEliminarHay que mantener el cerebro activo para que la soledad, siempre al acecho, no nos juegue una mala pasada.
EliminarUn abrazo.
Desborda ternura el relato.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias. Se sigue siendo joven mientras estamos ocupados y queremos a alguien.
EliminarUn abrazo.