miércoles, 15 de mayo de 2024

DE COMPRAS


En la plaza Jemaa el-Fna perdí a mi mujer un día de verano. La busqué durante horas entre los puestos de especias y marroquinería. Me pareció verla junto al encantador de serpientes, pero era alguien de similar hechura. Volví solo a España, di la noticia a sus padres y crie a nuestros hijos lo mejor que pude. Cuando estaba a punto de rehacer mi vida, entró en casa como una exhalación. Venía cargada de bolsas. Dijo, a modo de disculpa, que se le había ido el santo al cielo.

12 comentarios:

  1. Normal perderse en esa bonita plaza de Marrakech, donde encuentras desde encantadores de serpientes, a aguadores vestidos de forma muy curiosa.
    Saludos

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  2. Magnífico relato, con final feliz y humorístico. Un abrazo

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    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado. Uno intenta siempre disfrutar y hacer disfrutar.

      Un abrazo.

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  3. Entonces llegó a tiempo!
    Un saludín ;)

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  4. Me gusta tu blog se respira respeto

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  5. Pobrecilla, se le hizo tarde...

    Saludos.

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