Llevo dos horas aquí de pie, con la sonrisa congelada,
esperando que algún paseante me mire. Todos pasan de largo. Cuando recibo la
visita turbadora de una amiga difunta, entiendo la indiferencia del público.
Vaya si la entiendo. Alguien me ha debido pedir que le firmara un libro y no lo
he soportado.
Incluido en la antología del X Concurso de Microrrelatos «Queridos Fantasmas» convocado por El Muro del Escritor.
No es ver fantasmas, es peor ver evolucionar a un joven hasta llegar a esa condición, te deja un vacio.
ResponderEliminarSaludos
Ser un fantasma en vida huele a derrota de toda una sociedad. Que se lo digan a Sonia Martínez.
EliminarSaludos.
Buen micro, decepciona el comportamiento de todos en general, menos mal que existen los fantasmas. Un abrazo
ResponderEliminarPor lo menos, de fantasma, un escritor ya no tiene que preocuparse por vender más o menos libros.
EliminarUn abrazo.
Ahí están y nadie quiere verlos.
ResponderEliminarSaludos.
Cada día proliferan más en las Ferias del Libro.
EliminarSaludos.
Quien sabe si la "vida fantasmal" no sea incluso más real y satisfactoria...
ResponderEliminarUn abrazo!
Fantasmal es la lista de escritores que nunca viviremos de esto.
EliminarUn abrazo.