Cuántas veces habrá lamentado no acudir al cine con más frecuencia, y yo me alegro, pues sus ojos son la cámara que nos emociona, nos entretiene y nos hace pensar. Me refiero a Maribel Romero Soler y a su primera novela para adultos publicada en papel, El perfil de los sueños (Ledoria, 2013).
En esta ocasión, la autora se mete en la piel de diferentes personajes a través de un narrador omnisciente. El más cautivador de todos ellos es Amanda, una mujer esclavizada por su papel de esposa y madre en un entorno rural, el pueblo imaginario de Viestre. Vive junto a su marido, Evaristo, sus tres hijos y el abuelo.
Ninguno de estos hombres comprende que Amanda es una mujer aparte de una esposa y madre. Irónicamente, tanto Evaristo como el abuelo se dirigen a ella con la coletilla de «mujer». No aprueban que tenga aficiones que la distraigan de sus labores domésticas. El sexo entre Evaristo y Amanda es más propio de una escena sadomasoquista que de una relación amorosa: «Ella conoce muy bien el significado de esa frase pronunciada en plural».
La llegada a Viestre de Samuel, un novelista que ha abandonado un oficio que no le divierte para dedicarse de lleno a escribir, despertará el corazón aletargado de Amanda, y por ende su cuerpo de joven de apenas veintisiete años.
La ventana cumple un papel socializador en esta novela. A través de ella, Amanda espía los movimientos de su nuevo vecino, pero este la descubre y no le queda más remedio que iniciar una conversación. Samuel también espía a su vecina, quien le pone al corriente de las costumbres del pueblo. Una muy pintoresca es el cementerio de hierba, que no oculta una filosofía en contra de los viejos rituales.
Mención especial merece el uso no pacato del lenguaje, sobre todo en escenas que cobran fuerza por su naturalidad. Me viene a la memoria ahora mismo ese abuelo que se agarra el pito ante la que podría ser su última erección. Admito, eso sí, que me hubiera gustado algo más que un casto beso en la mejilla.
En una reciente entrevista Maribel Romero recomendaba El perfil de los sueños a todo aquel que quisiera escribir. Quizá porque ya es hora de confiar en nuestros criterios y contestarles a los de siempre: «¡Y a mí qué me importa!». Los sueños hay que perseguirlos hasta el final.
José Antonio, me encanto tu manera de describir la nueva novela de Maribel. Yo todavía no la consigo. Pero me has entusiasmado para renovar mis deseos de leerla.
ResponderEliminarAbrazos.
Seguro que la novela te cautiva lo mismo que a mí, Sergio. Y el libro está excelentemente editado. Ya me contarás.
EliminarUn abrazo.
Realmente, Jose, si yo no conociera la novela, sentiría enormes ganas de descubrirla tras leer tu reseña. A través de esa ventana indiscreta se adivinan grandes emociones, secretos inconfesables, verdades escondidas...
ResponderEliminarBravo, Jose, mil gracias por ser parte de El perfil de los sueños.
Un abrazo.
Es muy fácil escribir reseñas sobre tus libros, Maribel, porque tus historias son transparentes. Hay autores que uno no sabe por dónde cogerlos. Uno piensa en el pobre lector al que le toque leer ese libro.
EliminarUn abrazo.
Por cierto, la última línea me ha dejado alucinado:
Eliminar"En Viestre, a 10 de noviembre de 2010".
He llegado a pensar de todo, por ejemplo que fuera una novela dentro de una novela. De esa forma quedarían más claras algunas cosas inexplicables que ocurren en el pueblo.
En fin, igual elucubro demasiado.
Un abrazo.
Elucubra, Jose, elucubra. Es para rizar el rizo de la magia, ya ves, escrita en un lugar que ni siquiera existe. Faltaba que la firmara Samuel.
EliminarUn abrazo.
¡Eres incombustible, Maribel! Habrá que leerla, por supuesto. Y más tras esos pequeños avances que tan bien nos escribe José.
ResponderEliminarCreo que te gustará el libro, primo, hay tensión sexual. Si te apetece podemos ir juntos a la presentación en Elche, que parece que será en junio.
EliminarUn abrazo.
Se hace lo que se puede, primo (con permiso). Pues ya sabes, dile a Jose que te la deje y ya me contarás.
EliminarUn abrazo.
Jose, creo que ambos, al leer EL PERFIL DE LOS SUEÑOS, hemos constatado que Maribel como escritora, y tras diez libros como autora y bastantes más en colaboraciones y coautora, es una realidad que merece mucho seguir descubriendo.
ResponderEliminarSi me gustó MENTES VACÍAS, su primera novela en Amazón, en esta considero que ha dado una vuelta más de tuerca en su camino literario. Tampoco es casualidad que haya conseguido el premio de un jurado.
Me ha gustado mucho leer tus sensaciones tras la lectura. No podías haber descrito mejor el papel de esa ventana en el desarrollo de la trama.
Un abrazo.
Por lo visto, Alicia, hemos sido los primeros en leer el nuevo libro de Maribel, que, como bien dices, ya tiene diez libros en el mercado. Y lo más fuerte es que no se emociona. Claro, yo la entiendo. El panorama de la literatura en nuestro país no es como para echar cohetes, pero Maribel sigue deslumbrando con su sencillez. Todo un ejemplo de constancia.
EliminarUn abrazo.
Ya sabes cómo me gustan tus crónicas, Jose Antonio, siempre encuentras algo que las hace especiales. En este caso, esa ventana indiscreta. El escenario perfecto para que el espectador, lector en este caso, pueda observar las relaciones entre los personajes. Enhorabuena.
ResponderEliminarY en cuanto a Maribel, qué decir de su escritura que no se haya dicho ya… Solo es necesaria la mirada de una persona para llevarnos a conocer un mundo, una realidad, un lugar… Gracias, Maribel.
Besos y abrazos para los dos.
La culpa del detalle de la ventana indiscreta la tiene mi calendario, donde aparece para el mes de abril un fotograma de la famosa película de Hitchcock.
EliminarEs fundamental esa ventana, no solo en la novela, sino en nuestra vida diaria, para que no olvidemos que vivir de verdad es mirar la vida con otros ojos.
Ya me dirás qué te parece EL PERFIL y su estructura de muñeca rusa.
Un abrazo.