Tiene gracia que el Niño de Elche haya inaugurado la Feria del Libro de Alicante 2025. Imagino que la popularidad del músico de flamenco experimental habrá influido en una decisión que, de paso, ha aparcado la eterna rivalidad entre las dos ciudades.
LA ANÉCDOTA
Me acerqué a la caseta de Aliar Ediciones para comprar la novela de una amiga y el librero, aprovechando la presencia de uno de sus autores, intentó que comprara las dos. Me dio mucha pena por el colega, que trató de hacerme una sinopsis rápida de Amalia fósil. Luego comprobé en el folleto que solo disponía de una hora para firmar. Alicante no se merece treinta casetas en apenas cinco días. Menos turisteo y más cultura.
ORGANIZACIÓN
Alicante es «la millor terreta del món», pero también la más calurosa. Roza la estulticia celebrar su Feria del Libro en la plaza Séneca, un páramo de cemento donde no hay árbol alguno en el que cobijarse del sol. Por si este despropósito fuera poco, debería castigarse con la cárcel que los sufridos escritores firmen sus libros en mesas sin carpas. Menos mal que Elena Casero, que tuvo a bien dedicarme Las dos Adelaidas (Sargantana, 2023), está curada de espanto.
EL DATO
David Revert López presentó su poemario Escupiendo Veneno (Editorial Cuadranta, 2025) en El Refugio Arte y Utopías, un bar contracultural. Había más público que en la Feria.
Había sido un preso modelo y, al abandonar la
celda, al funcionario de prisiones se le escaparon un par de rubíes. Lobo
Ramírez todavía hizo un pase con el mono naranja para deleite de sus compañeros
en el corredor de la muerte. Algunos solo eran críos.
“Ha de hacerse cargo del humorismo de la vida, del humor patibulario de esta vida… Usted ha de acostumbrarse a la vida y ha de aprender a reír”. Hermann Hesse: El Lobo Estepario