El 31 de octubre cumplo treinta y cinco primaveras. Ha sido un año lleno de emociones y la nueva edad me plantea retos, alguno de los cuales ya he logrado. He acudido por primera vez al dentista. Me he hecho una limpieza y, de regalo, han querido sacarme una muela que tengo fuera de lugar. Pero, ¿qué sería yo sin esa muela torcida? No os molesta; dejádmela en paz. Es la parte más subversiva de mi cuerpo.
Sigo trabajando en un nuevo libro; la única noticia que puedo dar es que será de relatos.
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¡Bueno! Me ha costado resistirme, pero he aguantado hasta el susodicho día: ¡Felicidades, Lobowwwww!
ResponderEliminarGracias Álvaro. Ya van varios cumpleaños que me felicitas y seguimos sin conocernos. Pero no pierdo del todo la esperanza.
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