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Nos lamentamos de que era demasiado joven para morir, pero olvidamos con frecuencia que nunca eres demasiado mayor para vivir.
Tras casi un siglo de vida, llega al final del túnel, para encontrarse con otros grandes de la literatura hispanoamericana: Cortázar, Borges, Benedetti...
ResponderEliminarHasta siempre, amigo.
Jose Antonio, el túnel es esa parte del alma encarcelada con la que nos reencontramos en aquel momento en el que la comunicación, la esperanza o el optimismo por alguna razón-acaso falta de capacidades, enfermedad, maldad, muerte…- dejan de formar parte de las palas del timón de nuestra vida. Ante una situación así, uno puede sentirse puntualmente como muerto en vida. Otros- como el protagonista del libro "El túnel" del que has extraído el texto que nos presentas en este "in memorian"-son capaces de, ya atrapados en el único túnel, el suyo, hacer algo fuera de lo normal como llegar a matar.Por por fin nos queda la última opción, morir. Aquella a la que Ernesto Sábato se refería al decir "La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse".
ResponderEliminarMe uno a este gesto tuyo de despedida deseándole que al otro lado del túnel halle de nuevo la luz.
Un abrazo.
Afortunadamente, no todos somos como Pablo Castel, el protagonista de El túnel. Tan analítico, tan desconfiado.
ResponderEliminarEs tan difícil la comunicación, está tan llena de equívocos. Lo bueno del túnel es que espera la luz al otro lado.
Un abrazo.
No me gusta despedirme de quién fué importante en mi vida...y Sábato, tu lo sabes,lo fué. Siento que si digo adiós se perderá para siempre.
ResponderEliminarHe venido para acompañarte, Jose, para ver la luz al final del tunel.
Besos y un fuerte abrazo.
Por fortuna, Mari Carmen, nuestro amigo común no morirá mientras exista gente que lea sus obras. Y nosotros tenemos algo más en común.
ResponderEliminarUn abrazo.