—No creo que estas rebajas del 100% levanten nuestro negocio. Más bien nos hundirán definitivamente en la miseria.
—Tú confía en mí, querida, que nadie ha aguantado tanto tiempo sin gastar.
Mis amigos dicen que me dedico a vivir del cuento. No he escrito ninguna novela porque me parece un género poco comercial.
Agudísimo sentido comercial y de la llamada naturaleza humana :)
ResponderEliminarUn texto muy bueno, irónico y contundente.
Gracias. Feliz noche.
Supongo que con ese tipo de rebajas tendría el comerciante una investigación en toda regla de Hacienda, y temo que una sanción ejemplar por eludir el pago del IVA. Bueno, siempre le quedaría el recurso de acogerse a la amnistía fiscal para salir de rositas del atolladero. Tremenda hipocresía la de las leyes económicas.
ResponderEliminarSaludos José Antonio.
Gracias, María, y bienvenida a mi casa. Espero que nadie lo ponga en práctica, aunque no me extrañaría.
ResponderEliminarUn saludo.
No entiendo mucho de economía, Acróbata. Lo justo para saber que los números no nos cuadran a nadie. Por eso prefiero las letras.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bueno, Jose, encontraste a otro de letras como yo. Anda que le vamos a tener que mandar a unos cursillos de... Escucha que esto que te cuento te va a interesar.
ResponderEliminarEsta mañana tenía la televisión encendida, más por compañía que otra cosa, y escuche algo muy divertido. En un programa de religión dijeron que habían preparado material informático para enseñar a los feligreses que quisieran a llevar sus finanzas. E hicieron la pregunta: ¿Quién es más feliz, el que más tiene o el que menos necesita? Podían plantearse eso ellos mismos y comenzar, como mínimo, a pagar los impuestos sobre todo lo que tienen. Anda que no se iba a arreglar el presupuesto... En fin, lo que hay que escuchar.
Gracias por esta sonrisa que, si siempre son importantes, en estos tiempos son imprescindibles.
Besos y un fuerte abrazo.
La verdad, Mari Carmen, es que me parece absurdo ver tantas rebajas cuando hay tan poco dinero. La calidad, en mi opinión, tiene un precio.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que me cuentas, me lo creo. Ellos, con sus abultadas cuentas corrientes y sus cuerpos orondos, son los primeros que no pasan por el ojo de la aguja. Mi educación religiosa me ha convertido en el crápula que soy.
Un abrazo.
Bufff que vídeo! se me ha puesto la piel de gallina, que recuerdos...
ResponderEliminarYo tuve la suerte de asistir en directo al concierto que Héroes dieron en Cheste (Valencia) allá por el 2007. Por cierto, David, bienvenido a mi casa.
ResponderEliminarUn saludo.
Jajajajaja... muy bueno, primo. Un reflejo irónico de la sinrazón de estos tiempos que a muchos nos pillan a destiempo.
ResponderEliminarUna sociedad consumista donde me incluyo, primo, no se puede borrar de un plumazo. Estamos en hibernación pero seguimos al acecho.
ResponderEliminarUn abrazo.