Cuando Pablo Carbonell escribió «Mamá» era el líder de un provocador grupo de los 80 llamado Toreros Muertos. Siempre me he preguntado qué haría aquella madre al escuchar esa letra edípica, si desheredaría a Pablo, si lo llamaría por teléfono para echarle la bronca, si se encerraría en casa con el sombrío presentimiento de que había parido a un anormal.
Lo curioso de esta canción, cuyo análisis no requiere de una tesis doctoral, es que le deja a uno pensativo. Sospecho que ningún grupo moderno tendría los cojones de escribir algo tan bestia.
A comienzos del nuevo siglo, ya en solitario, Carbonell trataría de redimirse con un tema más conveniente para una madre. Le puso por título «La madre», qué original, y lo incluyó en el disco en vivo Rock and Roll Alimaña (18 chulos records, 2004).
Sin embargo, para mi gusto, la canción que mejor refleja los malos rollos entre padres e hijos es la divertida y atormentada «Dejadme llorar» (incluida en 30 años de éxitos, el paradójico debut de Toreros Muertos). Eso sí, con «La madre» consiguió que la mujer le dirigiera la palabra por primera vez en años para expresarle toda emocionada: «Cabrón».
El Mirador 5º Aniversario
Acepto mi desconocimiento en este tipo de música, he disfrutado escuchándolas, Jose Antonio. Y antes de que se me olvide, muchas felicidades. Dicen que la energía del número 5 es la que acompaña a los cambios, provoca emoción y sorprende. Así que te auguro un buen año :-)
ResponderEliminarGracias por esta tarde tan melómana y original.
Un fuerte abrazo
Pues me alegra que te hayan sorprendido las viejas canciones de Toreros Muertos. Yo también soy un poco maniático con los números, así que trabajaré cinco veces más.
EliminarUn abrazo.
Tu bagaje musical me abruma.
ResponderEliminarNada como unos potentes aullidos a la luz de la luna para curar las heridas que provoca la maternidad.
Un abrazo.
La música de Pablo Carbonell siempre me ha aportado ese punto de locura que la realidad nos niega.
EliminarUn abrazo.
Me encanta el descaro de Pablo Carbonell. Toreros Muertos fue un grupazo en su tiempo.
ResponderEliminarLo que no sabía, y he descubierto investigando un poco, es que Pablo es primo de la delicada Aitana Sánchez-Gijón. Me ha chocado.
Un abrazo.
Un descaro presente en unas letras aparentemente absurdas, pero llenas de mensajes para quienes sepan leerlos. Por ejemplo, en "Dejadme llorar" dice: "... voy a construirme una casa secreta, mi madre no sabrá dónde está..." (cuántas veces habré sonreído con esta frase).
EliminarA Aitana no la veo de prima de Carbonell. Qué fuerte, tía.
Un abrazo.
No tengo para olvidar ”Mi aguita amarilla” o “Me gusta jugar con mi amigo Manolito”, entre otras canciones, publicadas por el grupo patrullado por Pablo Carbonell, Toreros muertos en aquella época de la contracultura de la Movida Madrileña bajo el arco de la irreverencia y la transgresión. Letras aparentemente inocentes pero con una lectura entrelineas dignas de los mejores filósofos o pensadores. No sé si su canción “Yo no me llamo Javier”, acaso inconscientemente, tuvo algo que ver en que uno de mis hijos se llame así, ja,ja,ja.
ResponderEliminarHa sido muy grato este momento para el recuerdo que me he encontrado tras mi retorno estival.
Un fuerte abrazo .
"Yo no me llamo Javier" es otro clásico de Toreros Muertos, más ácida y desternillante que la hipervalorada "Mi agüita amarilla". Ideal para tener hijos y llamarlos Javier. Me alegra haber contribuido a que regreses de buen humor.
EliminarUn abrazo.