He estado unos días de vacaciones en Valencia, pero Trece rosas negras no me ha dado tregua. Me han llegado, en forma de reseña, las opiniones de dos escritoras.
La primera de ellas es Maribel Romero Soler. Novelista con varios premios en su haber, casi una hermana para mí, ha llegado a darme un tirón de orejas cuando me dejo arrastrar por mi temperamento visceral. Escribe: «Lo que he notado en este nuevo libro del escritor alicantino, a diferencia de los anteriores, es que se recrea en un mundo más onírico, entre el sueño y la pesadilla, en la irrealidad; aunque de los textos que podrían considerarse más abstractos, también se extrae, como del resto, una lectura aleccionadora».
La segunda y no menos importante es Esther Planelles. Escritora imposible de encasillar y lectora exigente como pocas, la he visto mandar al cuerno a escritores de renombre. Nuestra complicidad dio como fruto el libro de microrrelatos Pelusillas en el ombligo. Escribe sobre mis rosas: «… no se ha conformado con coquetear con lo insólito; mediante una trama de giros inesperados y una prosa de vértigo, José Antonio López Rastoll se ha propuesto llevar al lector al límite de la locura... o del orgasmo mental».
Podéis leer las reseñas completas en el blog de las autoras. Solo me queda agradecerles el haber treceroseado el libro.
Un placer, Jose. Espero que los lectores no les teman a las espinas y se atrevan con estas rosas negras.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay rosas sin espinas ni en literatura ni en la vida. Disfrutaremos de los pequeños triunfos.
EliminarUn abrazo.
Ha sido divertido "trecerosearte". Cuando quieras, te disecciono también el cerebelo, lo debes tener atiborrado de ninfas, pelusas y esqueletos a medio repelar. Je, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando quieras, compartimos fantasmas y risas.
EliminarUn abrazo.