No me saludes con el codo,
ni choquemos los puños.
Bésame con la mirada,
dame un abrazo de paciencia,
hazme pedorretas en el alma
cuando esté triste.
Me niego a encerrar el cariño
en consignas
desnatadas.
Antes que seguir a la manada,
prefiero bailar el sirtaki.
Se extrañan bailes y abrazos... decimelo a mi...
ResponderEliminar=)
Pues bailar no te lo impide nadie y yo te mando un fuerte abrazo.
EliminarConsignas que ciegan al libre albedrío. Ese que nos permite abrazar con el pensamiento, besar con los ojos, yo, también prefiero bailar lo que me nazca, no lo que me toquen. Bello poema.
ResponderEliminarMuchas gracias. Ni tú ni yo servimos para el toque de corneta.
EliminarUn abrazo.
Maravillosa metáfora la del baile y el abrazo, siempre estuvieron juntos en mí inconsciente , aunque bailase solo.
ResponderEliminarFelicidades como siempre: José Antonio López Rastoll
Será porque bailar es como abrazar en la distancia.
EliminarUn abrazo.
No sabía que también escribías poesía.
ResponderEliminarSupongo que cada estado de ánimo tiene su género.
EliminarUn abrazo.