En vez de
pagarle a un psicólogo,
fui a cenar
con mi mejor amigo.
Reímos,
contamos anécdotas,
tomamos un
buen vino.
Mi fantasma
no vino
a
torturarme.
Mis amigos dicen que me dedico a vivir del cuento. No he escrito ninguna novela porque me parece un género poco comercial.
Es mejor un amigo que un fantasma, no cabe duda. Un abrazo, querido lobo.
ResponderEliminarSi no puedes vencerlo, al menos hazte amigo de tu fantasma.
EliminarUn abrazo.
Se da por bueno si después del festín el"amigo" no le visitó.
ResponderEliminarSaludos
Sigue al acecho, pero lo mantengo a raya enseñándole un muslo de pollo que me sobró de la cena.
EliminarSaludos.
Un amigo suple muchas cosas, casi todo. Por eso hay que saber ser un buen amigo, abrazo
ResponderEliminarDe hecho, creo que los amigos saben más de psicología que los propios psicólogos.
EliminarUn abrazo.
Buena estrategia. Y más barata
ResponderEliminar=)
Eso pensaba yo hasta que llegó la cuenta del restaurante.
EliminarUn abrazo.
Terapia de la buena.
ResponderEliminarY agradable.
No hay terapia mala siempre que se haga con buen humor.
EliminarSaludos.
Has sabido escoger tanto la estrategia como la terapia, "Quien tiene un buen amigo tiene un tesoro". El humor además es el mejor aliado nuestro en la vida. ¿cara la cena? Bueno, te la mereces sin duda, ha sido una estupenda inversión...
ResponderEliminarUn abrazo.
Es psicología de andar por casa, pero a mí me funciona disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
EliminarUn abrazo.
Una frase bien hecha: un amigo es un tesoro.
ResponderEliminarEs tiempo bien invertido el que pasamos con la gente que queremos.
EliminarUn abrazo.