En una sala abarrotada a rabiar de furiosas feministas, empezar un discurso sobre lenguaje inclusivo con esta introducción: «Buenas noches, señores. Para mí es un honor estar aquí hoy».
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Ir al cine solo. Cuando la cajera, fingiéndose distraída, nos pregunte si realmente queremos una única entrada, responder que nos dé otra para el fantasma de Tino Casal. Por favor.
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Recuperar la costumbre de hacer gachas en la taza del café o de la leche para sobrevivir a la apestosa sopa de miso que ese conviviente se prepara de desayuno.
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Ver la televisión sin volumen. De esa radical forma, las noticias serán todas positivas y podremos ejercer la ventriloquía con los personajes de nuestras películas favoritas.
¡Feliz 2023!
Esos y muchos más.
ResponderEliminarSaludos y feliz 2023
Que el año nos depare una buena dosis de ir contracorriente.
EliminarSaludos.
Y si puedo añadir, comer más chocolate. Abrazuco
ResponderEliminarPor supuesto, el chocolate que no falte nunca. Además, dicen que es afrodisíaco. ¿O eran las ostras?
EliminarUn abrazo.
Tienen muy buena pinta todos.
ResponderEliminarIgual te imito en alguno.
Pues ya me contarás, aunque, como es lógico, no me hago responsable de lo que pueda suceder.
EliminarUn saludo.
Estupendas y lúcidas ideas. Me las apunto. Muy feliz año, querido compañero.
ResponderEliminarAlgunas son auténticas barbaridades, pero me apetecía reírme de los propósitos de Año Nuevo.
EliminarUn abrazo.