miércoles, 26 de marzo de 2025

PALABRAS













Mi padre utilizaba algunas palabras que se me han grabado a fuego en la memoria afectiva. Además, les daba un sentido muy peculiar. Cuando algo encajaba como anillo al dedo, tanto personas como objetos, no era solo un descubrimiento. Se trataba de un «hallazgo». En lo que respecta al buen yantar, solía preguntarme después de una comilona si me había quedado «tort» (tuerto) o «cego» (ciego). Aunque nació en Almoradí, donde se habla el dialecto murciano, estos términos denotan sus raíces valencianas. José Antonio López Quinto también poseía un sentido del humor absurdo que yo he heredado. Así pues, le decía a mi madre que le diera la «chorrada» por el puro placer de la imprecisión léxica.


4 comentarios:

  1. No creo que existiera imprecisión léxica, solo otro modo de hablar, los andaluces somos expertos y no sufrimos pese a que se rien de nuestro modo de hablar.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Quizá fuera simple pereza mental: los chavales suelen utilizar el comodín "cosa" cuando no saben la palabra.
      Saludos.

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  2. No hay que olvidar esas palabras, yo , bueno todos recordamos las de mi abuela y nos hace ilusión no haberlas perdido. Su manera de hablar tendría sentido y por eso no lo has olvidado. Un abrazo

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