miércoles, 29 de abril de 2015

EL SEÑOR (8)














Pedro, mi marido, se ha quedado con cara de gilipollas. No encuentro un término mejor para describirlo.

En cuanto ha entrado por la puerta, Nuria ha pretendido dejarnos a solas para que hablásemos. Sin embargo, yo he preferido que esté presente. Pedro se ha pensado lo peor, pero le he tranquilizado al respecto con una caricia en la mejilla.

Me ha mirado sin comprender nada cuando he llenado un vaso hasta arriba y, a continuación, le he pedido que se lo bebiera.

—Es whisky. Sabes que no bebo —ha dicho.

—Bebes o no hay historia —ha afirmado tajante Nuria.

He comenzado por el principio: el trabajo en casa del señor y las extrañas visitas nocturnas. Luego he explicado de la mejor manera posible el raro poder que me ha transmitido el anciano aristócrata, y la posibilidad que tengo de convertir a otros en invisibles. En este momento, Pedro ha soltado una risotada. Al cabo de un instante, ha añadido:

—Mira, no me cuentes milongas. Soy tu marido. Estoy preparado para lo que sea: te has metido en una secta, sois lesbianas, un tumor. Lo que sea.

Me he sentado en sus rodillas y, tras posar un beso en sus labios, le he arrancado un botón de la chaqueta. Pedro se ha puesto de pie y ha empezado a buscarme frenéticamente. Luego ha zarandeado a Nuria para que le dijera dónde me había escondido. Finalmente, ha gritado mi nombre.

—Calla. Me vas a dejar sorda —le reprocho quedamente—. Además, me has tirado al levantarte con tanta brusquedad.

—Coño, Tina, es que te has vuelto invisible de verdad.

Con hilo y aguja, mi amiga acaba de coser el botón. Pedro toca mi cuerpo como si me viera por primera vez.

10 comentarios:

  1. Ya tengo ganas de leer la continuación de este episodio, está claro que su condición de marido no lo prepara "para lo que sea"... ¡Y qué pachorra la de Nuria al ponerse a coser botones!

    Un abrazo.

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    1. Nadie, por muy familiar que sea, está preparado para recibir una noticia tan bestia. Celebro que aún no te hayas cansado de esta saga.

      Un abrazo.

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  2. Guau! Me ha encantado! Siento muchísimos mis ausencias, querido escritor, estoy deseando de que sea 24 de mayo, perder las elecciones y recuperar mi vida. Y me repito, que historia tan buena... es una novela?

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    1. Gracias, Laura. Como te decía en alguna parte, es un experimento con solo dos premisas: escribir a golpe de inspiración y sacar a la mujer que llevo dentro. En cuanto a la política, seguro que te llevas muchas experiencias que pueden convertirse más tarde en relatos.

      Un abrazo.

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  3. Muy bueno! He vuelto a releer todos los capítulos porque me acordaba vagamente de algunos...Me gusta la idea y cómo la cuentas, es divertida y original...veamos hasta dónde nos llevas.
    Un abrazo

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    1. Qué paciencia, Charo. Muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a mi humilde historia. Ni yo mismo sé dónde nos llevará. Quizá lo único que tengo claro es que no sigue ningún tipo de planificación.

      Un abrazo.

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  4. Me encanta esta entrega, Jose. Pobre Pedro, ¿qué tendrá Tina preparado para él? Ya nos sorprenderás.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Maribel. Como en esas series en las que ni los propios actores saben quién es el asesino, yo no sé lo que va a pasar hasta que lo escribo. Tiene delito la cosa.

      Un abrazo.

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  5. Jose Antonio, he rememorado las anteriores entradas de la saga para continuar con la misma.
    A saber dónde acabaremos, pero que nos quiten el camino recorrido.

    Un abrazo.

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    1. La historia tiene muchos caminos, y la elección de uno u otro depende del viento, como en los maravillosos libros de Elige tu propia aventura. Gracias por involucrarte.

      Un abrazo.

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