Disfrutar pasando miedo es un sentimiento parecido a mezclar el dulce con el salado, a estar enamorado de dos chicas a la vez, a llorar de alegría ante una noticia muy esperada. Algo tan humano que no entiendo por qué aún escandaliza a ciertos individuos e incluso hiere sensibilidades. Menos mal que el mestizaje abunda en la actualidad.
No hay mayor mestizaje que el de una antología de cuentos de terror como Kalpa 2015 (éride ediciones), donde diez escritores observan el abismo de la existencia con su peculiar mirada. Una visión deliciosamente macabra.
Encontraréis en este volumen relatos ambientados en una Edad Media idealizada, como «La danza de los caídos» —que recuerda inevitablemente a la mítica serie V—, «El saqueador de tumbas» y «Fúnebres designios», el más fantástico de los tres. No os perdáis las historias futuristas «Fallo en el sistema» y «El jugador y el borracho». Los amantes de los zombis se deleitarán con «El perfume de la mala muerte» y «Un bocado al infierno». Si eres de los realistas a la hora de pasar miedo, «La bola» te producirá escalofríos.
Una de las características de estos cuentos es que la mayoría carece de un remate apoteósico. Hace años, me parecía fundamental. Ahora no lo valoro tanto. No hace falta añadir nada a la terrible historia de Juan en «El perfume de la mala muerte». Las segundas oportunidades en las relaciones, sobre todo si la que vuelve sigue muerta, suelen estar condenadas al fracaso.
Tendréis que perdonarme que prosiga con el subgénero zombi de la mano de Liliana Galvanny. La originalidad de «Un bocado al infierno» reside en humanizar al monstruo que el cine despojó de sentimientos y recuerdos, salvo la rara avis Memorias de un zombi adolescente (Jonathan Levine, 2013).
He omitido deliberadamente ciertos títulos que, a mi juicio, no han sido trabajados con la seriedad debida. Torpezas como «le hicimos saber nuestro deseo de su ingestión» o «preocupada por si en un descuido la rallábamos (la mesa)» deslucen el conjunto, el género y la editorial que publica.
He sido feliz como un crío que se tapa los ojos a medias en la penumbra de un cine. Como David San José, echaría los dados para huir a algún paraje crepuscular. Solo me resta desearos felices pesadillas.
Buenos días, y muchas gracias por tus amables palabras hacia esta antología...
ResponderEliminarUn placer, amigo.
EliminarMe parece genial la introducción que has hecho sobre el terror y la comparto totalmente. Es un género que muchos desprecian y no entiendo por qué. Se nota que a ti te gusta y disfrutas con los buenos relatos.
ResponderEliminarEs una pena,estoy de acuerdo contigo, que no se cuiden más por parte de los autores y las editoriales esos fallos que deslucen mucho no solo ese relato sino toda la antología.
No conozco la película que mencionas pero también coincido con tu opinión sobre el relato de Liliana y me divierte tu comentario sobre "El perfume de la mala muerte" que es uno de los que más me gusta de la antología.
Muchísimas gracias por esta reseña tan estupenda!
Un beso y perdona mi demora en comentarte.
Es que esa discriminación yo la he vivido en mis carnes. Recuerdo que, cuando aún no se había puesto de moda el género zombi, preguntar por determinada película o libro era una odisea. Te miraban como si estuvieras loco.
EliminarUn abrazo.
Todos somos humanos y podemos meter la pata en un determinado momento (como me ha sucedido a mí con los verbos "ojear" y "hojear"), pero hay que procurar escribir lo mejor posible.
EliminarUn abrazo.
Veo que estás leyendo a Quim Monzó, es un escritor que me encanta y me gustaría saber tu opinión sobre el libro cuando lo termines...por cierto, ¿por qué no haces más reseñas?...
ResponderEliminarEstoy releyendo el libro, lo cual te dará una idea de lo genial que es Quim Monzó, y eso que a Pepe Payá y a mí se nos antoja a veces demasiado perfecto.
EliminarUn abrazo.
Juzgar un libro siempre es difícil y no se lee del mismo talante cuando va para reseña. Muchas gracias por tus elogios.
EliminarUn abrazo.
El terror me parece un género muy complicado, tanto como el humor. Eso sí, prefiero leer un buen relato de terror a ver una película, y observo que en esta antología hay material interesante. La tendré en cuenta.
ResponderEliminarCon respecto a las faltas graves que mencionas, concretamente la primera, es posible que sea una falta si atendemos al contexto, pero en la frase que transcribes, individualmente considerada, yo no la veo. Un libro se puede ojear y se puede hojear. Yo puedo estar en una librería, pasar por la sección de parapsicología y ojear algún libro. Si me llama la atención uno en concreto, lo cojo y lo hojeo.
Seguro que tú, como experto, me lo podrás explicar de manera que lo entienda, para mí no hay falta.
Esto dice el panhispánico de dudas: "... en algunos contextos puedan usarse ambos verbos, cada uno con su sentido propio: Ojeó el libro (le echó una mirada rápida) y Hojeó el libro (pasó rápidamente sus hojas, sin leerlas con detenimiento)...".
La verdad es que es muy fácil colar algún error, por mucho que se revise el libro. Me parece más grave que se les pasen a los correctores profesionales que trabajan para las editoriales grandes. Cada vez se cuida menos la corrección, pero se lo perdono más a las editoriales y escritores modestos que a Vargas Llosa, por ejemplo.
Un abrazo.
La frase del libro es la siguiente: "El caso es que había leído algo relacionado con esa práctica, y es que siempre que tenía ocasión, ojeaba algún libro de parapsicología..." No sé cómo sigue (por ver el contexto) porque el libro lo he prestado. Tal como dices, también se puede usar "ojear" como "mirar superficialmente un texto". Muchas gracias por el apunte.
EliminarUn abrazo.
Independientemente de "ojear u hojear" en este caso en concreto, es verdad que en general se ven muchos errores en los libros de editoriales pequeñas. Es normal cometer errores aunque revises varias veces el relato, algunos se te escapan involuntariamente y en otros casos es posible que si no eres un experto, lo cometas por desconocimiento. Yo, por ejemplo, solo soy una aficionada en esto de escribir, ni siquiera tengo estudios universitarios, pero intento no cometer ninguna falta de ortografía y reviso varias veces ( aun así se me puede escapar alguna).Lo que no entiendo es que las editoriales no tengan gente para revisar los textos y la verdad es que eso es lo que ocurre, que las editoriales pequeñas publican sin revisar.
ResponderEliminarPor desgracia, la literatura se ha convertido en un producto de marketing: te publico por el número de ventas que espero conseguir. Sin embargo, el interior de los libros se cuida poco y para muestra un botón.
EliminarUn abrazo.
Gracias por esos comentarios a la antología. Un placer
ResponderEliminarUn gusto, compañero.
EliminarGracias por la reseña y por las opiniones. Me alegro de que hayas disfrutado de nuestra "criatura colectiva". La de este año va a ser un humilde homenaje a Bécquer, seguramente más gótica y oscura. Espero que te vuelva a sorprender. Un abrazo.
ResponderEliminarTodo un reto estar a la altura de las leyendas de Bécquer. Larga vida al cuento de terror.
EliminarUn abrazo.