Entre
el 16 de marzo y el 21 de junio, la pandemia del Covid-19 obligó al gobierno
español a decretar el estado de alarma. En este marco, solo estaba permitido
salir de casa en casos muy concretos. Poco a poco, las restricciones a la movilidad
fueron relajándose. Pudimos volver a hacer deporte en el exterior, quedar con
amigos o dar un sencillo paseo. Cada semana, solía poner por escrito algún
pensamiento positivo que extraer de lo que sucedía. Feliz verano, mirones.
1. El silencio: no por extraño menos
bello.
2. El sol: tomarlo en el balcón como los lagartos se ha convertido en
una auténtica delicia.
3. La falta de prisas: hemos pasado de estar
atacados de los nervios a disponer de todo el tiempo del mundo para
dedicarlo a lo que más nos gusta. En mi caso, leer y escribir.
4. La zumba: una mezcla explosiva
de diversión y deporte solo comparable a un buen petardo. Moisés, el
profesor virtual, me ha salvado la vida.
5. Calles solitarias: es un placer pasear al
perro por la carretera desierta sin temor a que te arrolle un coche, un
patinete o una señora con el carro de la compra.
6. Llamadas: escuchar la voz de amigos
se ha impuesto, por fin, a los impersonales mensajes de texto.
7. Los lametones de Wolf: cariño puro por las
mañanas.
8. Las películas con mis
hijos: enamorados
del humor surrealista de «Amanece que no es poco» y «Así en el cielo como
en la tierra», ambas del albaceteño José Luis Cuerda. Impagable la banda
sonora de esta última: «Apocalipsis / fin de la historia / juicio final /
y carne resurrecta».
9. No madrugar: alargar la noche todo lo posible y levantarse a cualquier hora no tiene precio.
¿Quién puede negar que de la adversidad se extraen bellas cosas?
ResponderEliminarSí, recuerdo como ·si fuera ayer" esa sensación de libertad en cautiverio, tremendamente curioso.
Un abrazo.
Paradójicas las sensaciones que compartimos en la cárcel de nuestros hogares y que, de alguna manera, nos hicieron más conscientes de lo bella que es la vida.
EliminarUn abrazo.
Pues que nos confinen de nuevo :-P Algo sin duda para recordar toda la vida. Quién nos lo iba a decir, pero ya ves, de toda situación desfavorable se puede obtener algo positivo. Feliz verano, querido lobo.
ResponderEliminarNo te digo que esté deseándolo, pero sé que no me aburriría. He aprendido a disfrutar en casa, lo cual no significa que me haya vuelto casero. Un lobo es un lobo.
EliminarUn abrazo y feliz verano.
La hipótesis de la Reina Roja cobra sentido cuando el mundo deja de ser inamovible para el primer mundo.
ResponderEliminarUn abrazo y, por cierto, buena elección la de José Luis Cuerda ;-)
La mejor forma de adaptación que conozco es el humor absurdo de gente como Faemino y Cansado o el propio José Luis Cuerda.
EliminarUn abrazo.
que lindo texto me has fascinado
ResponderEliminarGracias, espero seguir fascinándote.
EliminarUn abrazo.