Cuando te falta alguien
querido,
comienzas a valorar el vacío
que llenaba,
su lugar en la ecuación
de los héroes domésticos,
su cruda personalidad
bruja.
También descubres
la fuerza escondida bajo las
uñas, entre las cejas
capaz de levantar pianos
de angustia.
Esa luminosa
herida de luna
se llama
lobo.
Nadie llena huecos porque el recuerdo los ocupa, ¿lobo? Sabemos que es capaz de mostrar el camino correcto y hasta de descubrirte cómo eres
ResponderEliminarEs ese recuerdo lo que duele y reconforta al mismo tiempo. Menos mal que nos quedan muchos quereres.
EliminarUn abrazo.
Conozco a ese lobo y a sus temibles dentelladas.
ResponderEliminarSaludos.
El lobo es, a la vez, amigo y verdugo. Hay que saber manejarlo.
EliminarUn abrazo.