El último día del año
parece el último día en la
tierra.
Bajo tus pies se abre un
abismo de ocasos.
Pero lo que creías el fin
no es más que un comienzo.
La muerte solo aplaza
el esperado reencuentro.
La soledad deja espacio
para abrazarse uno mismo.
El uno de enero sientes el
alivio
de los regresados.
Poema de bienvenida porque siempre que hay despedida algo nuevo empieza. Abrazos
ResponderEliminarAcabar un año siempre da vértigo, pero los fantasmas se diluyen al echar a andar.
EliminarUn abrazo.
Estupendo. La bella sensación de que todo comienza de nuevo es irrepetible. Buen poema, compañero.
ResponderEliminarGracias, Jorge. Cuando has pasado un año especialmente oscuro, estar vivo es una sensación espectacular.
EliminarUn abrazo.