Al ir a matar una mosca que lo estaba distrayendo
de un ardor que creía olvidado, perdieron la oportunidad que, a sus ochenta
años, solo se presenta de tarde en tarde. No tenían ninguna prisa. Esperarían
tanto como fuera necesario. Volver a enamorarse es una cosa muy seria.
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Nos lamentamos de que era demasiado joven para morir, pero olvidamos con frecuencia que nunca eres demasiado mayor para vivir.
Como espere mucho se le pasa el arroz.
ResponderEliminarSaludos
Y que lo digas.
EliminarUn saludo.
Los tiempos cambian cuando envejecemos. Lo que antes era puro rock se convierte en folck.
ResponderEliminarLo importante, supongo, es seguir escuchando la música juntos.
EliminarUn abrazo.