miércoles, 7 de mayo de 2025

GEORGE A. ROMERÍA













Por culpa de una caja de rollitos de anís contaminada, el paciente cero mordió a Carlos Mazón en la yugular. De cadáver político pasó a muerto viviente y, olvidada en cualquier parte la caña con romero, fue abriéndose paso a dentellada limpia. Pronto la romería se convirtió en romeriana. Cientos de peregrinos con andares lentos, mirada perdida y ropas manchadas de sangre atraviesan la Avenida de Denia, que desemboca en Santa Faz. Me salvé porque un policía golpeó al zombi que iba a morderme con un Bacardí incautado en un botellón. Espero oculto en la Finca San Clemente un rescate que tal vez nunca llegue.

8 comentarios:

  1. Por aquí decimos que vuestro Mazón se marchará cuando cumpla la edad para cobrar esos 75.000 euros durante 15 años, lo demás le importa un bledo.
    Saludos

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    1. Puede que consiga ese dinero, pero lo más probable es que no vuelva a dedicarse a la política.

      Saludos.

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  2. A veces tanto daño no lo ha podido cometer uno solo, de ninguna guerra el soldado es el culpable. Un abrazo

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  3. Bendito Bacardí que evitó una tragedia.

    Saludos.

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    1. La romería de Santa Faz era pasto de botellones hasta que, hace siete años, la policía logró erradicarlo mediante una campaña de "tolerancia cero" al alcohol. En el microrrelato, por tanto, hay un deliberado anacronismo.

      Saludos.

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  4. Respuestas
    1. Más viva que nunca. Cualquier alicantino lleva la romería en la sangre.

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